Los antecedentes: el “Estado Social” de principios del siglo XX
Parafraseando a Karl Marx, el fantasma que recorrió al mundo occidental durante finales del siglo XIX y principios del XX, fue el sindicalismo. Los obreros organizados preocuparon a todos los gobiernos industrializados o en proceso. El comunismo se convirtió en una amenaza hasta los años 20, con el poderoso ejemplo de la naciente Unión Soviética. Pero fueron las huelgas, la parálisis que generaban, la simpatía que lograban y la violencia que se desataba en torno a ellas lo que preocupaba a los diferentes gobiernos. Paulatinamente se dieron cuenta que si empezaban a ceder, se reducía la amenazaba de revoluciones armadas. Así que los distintos regímenes, desde monárquicos hasta democráticos empezaron a aplicar paulatinamente más y mayores medidas sociales.
Primero fueron las pensiones para jubilados, posteriormente algunos gobiernos empezaron a dar apoyos médicos, a la par, aunque muy lentamente, empezaban a ganar terreno los derechos de los trabajadores: día de descanso, reducción de la jornada laboral hasta llegar a la creación del salario mínimo. Estas medidas le restaron fuerzas a los noveles sindicatos y le dieron un importante respiro a los gobiernos de la época, principalmente en Europa y Estados Unidos.
Pero no solo fue esto, desde la ilustración francesa estaba presente la discusión sobre el buen gobierno, el que trabajara para el bien común, hasta dentro del liberalismo había una tendencia de que se debía apoyar a los desprotegidos, pero esto no significaba que el Estado dirigiera la economía.
Empezaba a surgir la socialdemocracia, procesos electorales, sistema de partidos, división de poderes, recursos públicos para los sectores vulnerables. uno de estos seria la educación, oportunidades para más gente.
Primero Inglaterra, posteriormente Alemania, Italia, Francia, y las demás naciones, empezarían a implementar estas nuevas reglas pero tímidamente, sin involucrarse directamente con los empresarios dueños del capital, quienes aceptaban ceder siempre y cuando sus fábricas siguieran produciendo. Parecía que se había encontrado un justo medio
Hasta que llego la primera guerra mundial, los requerimientos del capitalismo nacionalista e imperialista crearon la primera gran conflagración del siglo XX. Al concluir existía la primera nación supuestamente gobernada por sus trabajadores, la URSS. Esto acelero el proceso de poner en práctica leyes y políticas públicas de apoyo social. . Nuestro país se encontraba dentro de esta tendencia, después de la Revolución Mexicana, la Constitución de 1917 garantizaba derechos laborales y reparto agrario aunque esto todavía no significaba que el Estado fuera el director del desarrollo económico.
Estas medidas eran paliativos, no buscaban crear una nueva relación entre el gobierno, mercado y sociedad. Eran en realidad una consecuencia lógica el pensamiento político que había surgido desde la Revolución Francesa.
“…los sistemas políticos de Budapest, Viena y Berlín no eran muy diferentes de lo que habían sido antes de la guerra. Esto se aplicaba también en términos generales, a Finlandia, los Estados Bálticos, Polonia, Austria, Hungría, Bulgaria y aún Italia y Alemania, hasta mediados de los años veinte. En algunos países se logró un gran avance en materia de libertad nacional y de reforma agraria, algo que había sido común en Europa occidental desde 1789. En este sentido, Rusia no era una excepción. La tendencia de la época era simplemente el establecimiento (o restablecimiento) del sistema comúnmente asociado con los ideales de la revolución inglesa, la estadounidense y la francesa. No solo Hindeburg y Wilson, sino también Lenin y Trostky, se encontraban en la línea de la tradición occidental en este sentido amplio”
Los limitados alcances de este “Estado Social” serán visibles después de la primera guerra mundial pero sobre todo posterior a la crisis de 1929. Es a partir de esta fecha que surgirá con fuerza inusitada las ideas y teorías a favor de la intervención del gobierno para dirigir la economía y que no se repitiera otra situación semejante, esto derivará en el Estado de Bienestar, el cual fue una de las características del siglo XX.