La deportación del primer dreamer, Juan Manuel Montes, un joven de 23 años de origen mexicano, ha despertado una gran preocupación entre los grupos de migrantes que se encuentran protegidos por la ley en Estados Unidos, así como entre esferas políticas estadunidenses y extranjeras, al igual que ha movilizado a organizaciones, ya que, evidencia que no hay seguridad de que se respeten los acuerdos para proteger a ciertos sectores, de esta situación nos habla el congresista demócrata, Rubén Kihuen.
El pasado 19 de abril, Juan Manuel fue deportado.
Mientras avanzan las acciones en contra de los indocumentados, los republicanos van dejando atrás las promesas que hicieron a los demócratas de permitir que los niños y jóvenes tengan la oportunidad de alcanzar el éxito en el país que los recibió al llegar con sus familias.
«Es muy preocupante lo que estamos viendo, que ahora, la administración de Donald Trump esté deportando a estos jóvenes que están bajo DACA, que les dimos esa promesa de que los íbamos a dejar en paz. Es irresponsable de los republicanos, darnos su palabra, y que ellos a través de sus acciones estén demostrando que no apoyan a la comunidad inmigrante y sobre todo a los jóvenes dreamers», afirma el congresista demócrata, Rubén Kihuen en entrevista para Excélsior Digital.
«Son jóvenes como yo, como mis hermanos, que llegamos sin querer queriendo, o sea, nuestros padres nos trajeron a este país, este es el país que conocemos, es nuestra casa. Es nuestra responsabilidad de darles esta oportunidad a ser exitosos en este país, a contribuir para que sean profesionistas”, añade.
El congresista exindocumentado que llegó a Estados Unidos a la edad de 8 añosgracias a una reforma de amnistía promovida por el presidente Ronald Reagan sostiene que, la situación de los beneficiarios por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) resulta muy preocupante.
«Lo que hizo el presidente Obama hace unos años, al establecer la orden ejecutiva de DACA, al implementar este programa, fue abrirles las puertas a estos jóvenes; para que puedan ir a la escuela, para que puedan trabajar, y puedan contribuir brindándole su esfuerzo a este país, por eso es muy lamentable que ahora Donald Trump haya entrado a la presidencia intente cerrar esas puertas, y ahora particularmente lo que pasó hace unos días, que uno de los jóvenes que estaba bajo el programa de DACA haya sido deportado”, enfatiza.
Con mayoría republicana en la Cámara de Representantes y en el Senado de los Estados Unidos, las reformas en materia de inmigración se encuentran en el limbo ante la falta de acuerdos, los demócratas esperan que en algún punto se puedan sentar a negociar, no obstante, hasta que eso ocurra, el papel de la oposición al partido que se encuentra en el poder, es el de jugar defensa.
«Está muy difícil ahorita, somos la minoría. Y quisiera que los republicanos dejaran a un lado su partido, hicieran a un lado su retórica antiinmigrante y de veras se juntaran con los demócratas para hacer un compromiso y llegar a un acuerdo para la reforma de migración”, plantea.
«Pasó en el 2013, hubo un proyecto de reforma migratoria, un proyecto bipartidista, pasó por el Senado y estuvo a punto de pasar en la cámara de representantes, pasó por el senado, pero el republicano que estuvo en control John Boehner, (expresidente en el Capitolio)”, recuerda sobre los tiempos en los que había mayor flexibilidad en torno a la gestión política.
Sin embargo, jugar defensa en la era de Trump no es una posición sencilla, y para muestra basta un botón.
El pasado 23 de febrero, a la representación demócrata se le impidió ingresar a la reunión que se realizó con el director de Migración y la bancada republicana para abordar la situación que enfrenta la comunidad inmigrante ante la intensificación de las redadas en diversos puntos de Estados Unidos.
El propio Rubén Kihuen denunció la situación y solicitó al gobierno federal que abran espacios para el intercambio de comunicación, ya que, la incertidumbre que provocan las redadas, así como las amenazas de expulsar a una gran cantidad de indocumentados, provocan condiciones poco favorables e inadmisibles para los migrantes.
Frente a las descalificaciones del presidente Donald Trump, algunos representantes del partido republicano y la sociedad que apoya la retórica y acciones antiinmigrantes, Kihuen considera injusto que millones de personas, familias completas que desean contribuir de manera positiva a la nación sean impedidos a hacerlo.
El congresista demócrata expone que, antes de condenar a todos los migrantes se tome en cuenta que, históricamente Estados Unidos ha sido construido con el esfuerzo y sacrificio de quienes llegan desde otros países para alcanzar el ‘sueño americano’.
«Estados Unidos es un país construido por los inmigrantes, sólo que hubieras sido de una tribu indioamericana, tu familia vino de alguna parte, entonces, no es justo que ahora que nosotros estamos aquí, cerremos las puertas a otras familias que quieren venir».
FUENTE: EXCELSIOR