Si algunos piensan que ya el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya fue, se equivocan, pues con la ayuda de sus estructuras se levanta por todo el país, los estados y los municipios. Sí es cierto, quedó mal herido por los procesos electorales pasados, pero se observa que ya curó sus heridas y se reagrupa para dar su embestida en este 2018.
Mientras los otros partidos “duermen el sueño de los justos”, las organizaciones filiales al PRI y sus sectores trabajan arduamente en el ámbito de su competencia, súmele usted los sindicatos que todavía tienen su palpitar en las siglas del tricolor, hablamos de estructuras consolidadas y alimentadas por muchos años.
Con todo esto, el PRI aguanta todavía muchas traiciones más, desbandadas y divisiones de su militancia; al menos los que se quedan le echan gana, porque si algo tienen los priístas es que por medio de sus estructuras seccionales mantienen el control de cada célula electoral dentro de un distrito, un municipio, un estado y del país.
Si bien es cierto que en Quintana Roo quedaron desprotegidos, en este año los tricolores solo esperan el cambio de su dirigencia estatal para poner manos a la obra; pero en el municipio los liderazgos ya toman la delantera, eso sí, tendrán que remontar y demostrar que harán las cosas diferentes, pues el pueblo quedó muy lastimado con el actuar de los pasados gobiernos priístas.
Ya aprendieron a ser oposición, les costó lágrimas y sudor, pero lo lograron; están del otro lado de la tormenta que los azotó el 5 de junio del 2016; se curaron las heridas, salieron de sus filas los que deberían de salir, hasta sus aliados le dieron la espalda, ya no reciben los millones de pesos que tenían a disposición por “las cuotas de los militantes en un cargo de elección popular”.
Una sola advertencia, la bestia tricolor agonizó en el 2016, muchos especialistas la desahuciaron, los gurús pronosticaron su muerte; a un año, ya suturó sus heridas y estas sanaron. A un año el dinosaurio resopla y se levanta para reclamar los espacios que considera son suyos. Veremos que hacen sus adversarios ideológicos aglutinados en los otros partidos. Al tiempo…
SASCAB
Con todo lo que sucede en la entidad, es necesario recordar a nuestros gobernantes que el Artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos define la seguridad pública como una función que corresponde a la Federación, las entidades federativas y los municipios, para prevenir los delitos, investigarlos y perseguirlos, así como sancionar las infracciones administrativas, rigiéndose por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta norma suprema.
Los policías y agentes de tránsito tienen como funciones mantener la seguridad y el orden en lugares públicos; hacer respetar las leyes y reglamentos y proteger a los ciudadanos y sus bienes contra la comisión de delitos; prevenir los accidentes de tránsito; proteger a personas y sus bienes de peligros y actos delictivos, entre otras tareas. ¿Quién falla para que no se cumpla con la seguridad? Alguien tiene que responder.
SACBE
Ante la orfandad que se aproxima del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pues el PRI analizar ir solo en las próximas elecciones, los verdes piensan aliarse con el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Con esto lo importante es retener las presidencias municipales de Benito Juárez y Puerto Morelos. Solo falta ver si el PAN, aliando natural del PRD dejará que su consorte se vaya con el PVEM.