Era un 30 de abril de 1945. El reloj marcaba las 15:30 horas y un disparo anunciaba el final de una era catastrófica.
Minutos antes, Hitler y su flamante esposa, Eva Braun, se habían internado a su cuarto privado de su búnker y puesto el cerrojo para no ser molestados. Adolf Hitler, el Führer, se había dado un tiro en la cabeza, huyendo de toda responsabilidad generada por sus actos; se suicidó para no ser juzgado.
Hitler causó la muerte de una cantidad inmensa de personas, el número oscila entre 40 y 70 millones. Lo peor es que un gran porcentaje de los caídos eran civiles que no pudieron evadir el infierno que provocó el demonio alemán. Al suicidarse el líder del Partido Nazi, los Aliados se quedaron privados de cobrar justicia, de ver caer al hombre que merecía los más terribles castigos que pueden existir.
Aunque murió, Hitler encabeza la lista de asesinos que nunca fueron juzgados. A continuación te presentamos otros que corrieron con la misma suerte.
Joseph Kony, el hombre que raptó a 30 mil niños
Durante más de 25 años, Kony ha estado raptando y reclutado niños de África con el fin de formar un el grupo bélico LRA (Ejército de Resistencia del Señor). A las niñas las vuelve esclavas sexuales y los varones soldados. Una vez que están entrenados los obliga a matar a sus padres. Ha repetido este modelo con más de 30 mil infantes.
Una vez que ya aceptaron su destino como mercenarios, Joseph coordina masacres civiles, violaciones, bombardeos y asesinatos a través de los niños. Son los infantes quienes empuñan las armas y jalan el gatillo, pero fue la mente maquiavélica de Kony que los obligó. Debido al horror de sus acciones se creó una campaña mundial para ponerle detener a Joseph Kony, sin embargo, nadie ha podido capturarlo. Se dice que está siendo intencionalmente protegido por el gobierno sudanés.
El terrorista que mató y fue perdonado por el gobierno
El 12 de octubre de 2000 un buque de guerra estadounidense se encontraba anclado en el puerto yemení de Edén, cuando un atentado coordinado por Al Qaeda terminó con la calma. El saldo fueron 17 marineros muertos y 39 heridos. La mente maestra detrás de esta masacre fue Jamal Ahmad Mohammad Al Badawi, quien durante meses estudió los tiempos de carga y descarga del USS Cole.
Jamal fue capturado junto con sus dos secuaces, siendo condenado por 15 años de prisión, sentencia que no fue cumplida debido a que escapó al poco tiempo de la mano de otros terroristas de Al Qaeda. El caso no quedó ahí, pues Badawi se entregó el gobierno yemení y pidió disculpas por los inconvenientes en el buque. Incluso llegó a prometer lealtad al presidente yemenita. El sistema judicial de Yemen prácticamente lo perdonó y hoy está libre.
William Morales, el experto en bombas que se escondió en Cuba
En la década de los 70, los Estados Unidos sufrió un total de 120 atentados por parte del grupo de choque FALN, organización que buscaba la independencia de Puerto Rico de la unión americana. Entre el cúmulo de terroristas se encontraba William Morales, un estudiante radical especialista en explosivos.
Cuando la policía estuvo a punto de capturarlo huyó a México donde mantuvo un perfil bajo hasta que mató a un oficial y fue mandado a prisión durante cinco años. Tras ser liberado viajó a Cuba y pidió asilo político. En repetidas ocasiones el gobierno estadounidense ha reclamado su arresto, pero la mala relación Cuba-Estados Unidos lo ha mantenido impune.
El hombre que financió un genocidio
Uno de los eventos más deplorables de la humanidad –claro, después de la Segunda Guerra Mundial– fue el genocidio de Ruanda, donde fueron aniquilados más de 800 mil hombres, mujeres y niños de las formas más despiadadas. Félicien Kabuga es señalado como responsable de este acto al aprobar, esparcir y persuadir la idea de que la comunidad tutsi debía ser aplastada como a un insecto.
Kabuga era un empresario multimillonario que se sumó a un grupo extremista hutu, quienes aborrecían al pueblo tutsi. Mediante una campaña publicitaria que motivaba al asesinato de los tutsi, Kabuga nubló la razón de su pueblo y le dio las armas para realizar la matanza. Se asegura que Félicien financió e importó aproximadamente 500 mil machetes y se los dio a hombres irracionales con sed de sangre. El resultado fue el asesinato del 75 % de la población tutsi.
Siendo un multimillonario, Kabuga ha burlado la ley hasta la fecha.
Heinrich Müller, jefe de la Gestapo
Fue quien dio las órdenes para matar a miles de judios durante la Segunda Guerra Mundial y muy probable lo hizo con una sonrisa en el rostro. Su trabajo consistía en buscar aliados, organizar persecuciones y matar, matar, matar. Sobre lo sus acciones hay cientos de documentos que detallan cada atrocidad. Para no caer en la repetición nosotros sólo diremos que si existiese un caldero con lava en el infierno, él merecería estar ahí.
Desapareció días antes de que Alemania perdiera la guerra y nunca fue arrestado y mucho menos enjuiciado por todo lo que hizo.
Fuente: Cultura Colectiva.
