Acaso será porque el principal señalado fue candidato la gubernatura de Quintana Roo por la coalición PRI-PVEM Mauricio Góngora Escalante, competidor abanderado de su correligionario el gobernador Roberto Borge Angulo y presunto receptor de cuantiosos recursos desviados por el gobierno de éste con fines electorales, que aunque perdió y se borró minuciosamente de la vida pública es uno de los “borgistas” más encaminados a ser objeto.
A estas alturas y con el gobernador anterior preso y en proceso de extradición en Panamá a petición de la PGR y la Fiscalía General de Quintana Roo, el que fuera llamado a ocupar el papel de “adelantado” del virrey para la perpetuación de un sistema que nunca había perdido, ciertamente se antoja como víctima propiciatoria –incluso para aliviar presiones y echar culpas en el abatido Tricolor– para cumplir las promesas justicieras del actual gobernador Carlos Joaquín González, que no quiere que se pierda el momentum logrado con el encarcelamiento de su némesis y la vinculación a proceso de cuatro de sus Dorados, con un par de encarcelamientos.
Por desvalido que parezca el ex presidente municipal de Solidaridad, para su desgracia padece dos severas adversidades: es como “pagano” por lo menos tan apetecible como el extitular de las finanzas estatales Juan Pablo Guillermo Molina y quien encabeza su auto de fe es la decidida alcaldesa de Playa del Carmen Cristina Torres Gómez, quien alista dos denuncias en contra de exfuncionarios por el presunto desvío de entre 300 y 400 millones de pesos detectados en las cuentas públicas, mismos que son adicionales a las querellas ya presentadas, por lo que todo indica que su antecesor –que lo fue salvo un breve interinato por su aventura política– no saldrá bien nada bien librado.
Sin confirmación por parte del fiscal general Miguel Ángel Pech Cen –quien por cierto, merced a un trabajo minucioso, dedicado y profesional ha despejado con creces las dudas que despertó su nombramiento– debido tanto a la secrecía propia de las investigaciones como a los requerimientos del sistema penal acusatorio, se habla de inminentes órdenes de aprensión contra cinco exfuncionarios municipales de Solidaridad; aparte del ex primer edil, las especulaciones mencionan a Rafael Castro, Gabriel Castro, Noel Crespo y Míriam Morán.
El pobre –es un decir– Mauricio Góngora y sus cómplices, por cierto, contra la imagen que cuidadosamente le fue construida por Roberto Borge y su antecesor y correligionario Félix González Canto de impoluto y recto funcionario podría ira a parar con todo y su permanente sonrisa de gato Cheshire de Alicia en el país de las maravillas a chirona para beneplácito del respetable, pues amén de un gobierno de desfalco de las arcas municipales, de obras de oropel o de plano inexistentes aun con sus aspiraciones políticas en marcha dejó adeudos de antigüedad incluso mayor a un año con todos sus proveedores, quienes gracias a Cristina Torres y sus diligentes auditorías ya pueden suponer bastante bien a dónde fueron a parar esos dineros escamoteados por el mendaz neopolítico.
Todo indica que a Góngora Escalante le pisan los talones y –qué tristeza– no habrá muchos ánimos que digamos para llorar su desgracia.
Mauricio soñó con ser el adelantado del virrey, lugarteniente del magnate Roberto, y sí luce como muy adelantado… ¡pero para seguirlo a la cárcel!
