A poco más de un año de comenzado el gobierno de Carlos Joaquín González, primero surgido de la oposición –coalición PAN-PRD– en la historia del estado, las cifras y calificaciones que nos vamos encontrando cada vez se diferencian más en su origen y responsabilidad, distinguiéndose el del “cambio” de su antecesor, encabezado por Roberto Borge Angulo.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) es un centro de investigación apartidista y sin fines de lucro que investiga y actúa con base en evidencia para resolver los desafíos más importantes de México. Se trata, pues, de un observador no sólo confiable, sino pletórico de prestigio, por lo que teniendo ese origen los relevantes cuanto positivos datos que presentamos abajo merecen toda nuestra confianza y, suponemos, la del lector.
Los datos que nos ocupan se desprenden del Índice de Información Presupuestal Estatal 2017, y se refiere a prácticas de contabilidad gubernamental en las entidades federativas. Lo que se investiga es de interés máximo para todos los mexicanos, pues el presupuesto 2017 casi llegó a un billón 880 mil millones de pesos. ¿Cómo le fue a Quintana Roo en lo que se refiere a la transparencia en las asignaciones presupuestales? La respuesta es: extremadamente bien.
Lo cierto es que desde 2008, cuando el IMCO se encontró que para sus estudios en los estados se carecía de información mínimamente contable sobre los ejercicios presupuestales, casi todas las entidades han mejorado en sus criterios y reportes, pero lo sucedido con Quintana Roo este año no tiene parangón: saltó del último lugar, el 32 a la posición núnero 16. Por lo menos en este rubro –tan fundamental para evaluar la calidad de un gobierno, y ya será cosa de los políticos y sus partidos “traducir” al vulgo votante la insidiosa pregunta “¿dónde está el cambio?” de cara a las elecciones del próximo 1 de julio… ¿podrán? — el desempeño del gobierno joaquinista y en particular de su secretario de Finanzas y Planeación Juan Vergara Fernández ha sido notable.
Los cumplimientos de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Colima y Puebla en la transparentación de sus planes presupuestales han sido del cien por ciento. Quintana Roo no ha llegado a esa meta, pero con su 85.3 por ciento se alejó drásticamente de las posiciones coleras de la tabla, que ahora ocupan Veracruz con 61.2, la Ciudad de México con 57.3 y Michoacán con 50.9.
Nada mal para un primer año de gobierno, y el resultado no se le puede escatimar a Carlos Joaquín: a su gobierno le tocó presentar y distribuir el presupuesto 2017, lo que no ocurrió con el trimestre y medio que le tocó capotear a finales de 2016.
Por lo menos en transparencia de la contabilidad gubernamental lo que se llama cambio, sí hay.