Ayer, en la presentación del Buen Fin que se celebrará este año del 17 al 20 de noviembre, el secretario de federal de Turismo Enrique de la Madrid Cordero le dio un rotundo cerrojazo al embrollado tema de la inseguridad y su impacto en el turismo, al hacer un símil con la situación y percepción del sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México y estados cercanos: en la capital del país hay más de dos millones de casas, de las cuales se derrumbaron 38, pero las fotos y videos de éstas fueron, por razones obvias, las que le dieron la vuelta al mundo. Como lo señaló el gobernador de Quintana Roo Carlos Joaquín González, cada asesinato, cada ejecución que sucede en nuestros destinos turísticos se conoce y es publicado en primeras planas de la prensa, pero entre 32 entidades federativas ocupamos el lugar número nueve en incidencia de crímenes violentos. No cuadra la imagen con la realidad.
El secretario Cordero, que al hablar de las promociones de viajes para los mexicanos que se presentarán en ese “puente largo” volvió al tema de la violencia exacerbada por la prensa local, retomada y lanzada al mundo por la nacional y reproducida por la mayoría de las agencias internacionales, con beneficio sólo para nuestros enemigos –como Donald Trump– y nuestros competidores en el mercado turístico regional, como los balnearios de Texas y los destinos del Caribe, particularmente República Dominicana y Jamaica que, sabemos, juegan muy rudo. Eso mismo reclamó amablemente a la prensa de nuestro estado, que por vender, circular o –principalmente– golpear al gobierno actual por razones políticas le está haciendo la chamba a quienes quisieran que Quintana Roo perdiera en la competencia que lidera con mucho.
Por otro lado ya no debiera sorprendernos y menos asustarnos que en las vísperas de la definición del presupuesto de ingresos y de la norma de egresos nuestros hoteleros asuman una actitud lastimera, casi lacrimógena, sobre el primer tema que haya a mano para obtener los máximos beneficios del gobierno. No es por satanizarlos: ellos son los principales inversionistas, quienes arriesgan el capital que es fundamental para nuestro éxito turístico, pero de que les gusta hacer a la Llorona ni duda cabe.
Carlos Gosselin Maurel es un personaje clave, activo para la industria turística quintanarroense e incluso un hombre generoso, pero a fin de cuentas no puede hacer de lado las estrategias de su gremio, que casi siempre han sido tales que un dicho muy mexicano y más peninsular las describe a la perfección: “niño que no llora, no mama”.
En mala hora vino la inseguridad, con el artificioso warning de Estados Unidos a poner un tema tan sensible –por horripilante– como la violenta inseguridad en el portafolio de los hoteleros, pero eso ya pasó y hay que superarlo.
Compañeros periodistas: el esférico está en nuestra cancha.
Numeralia del turismo: falsa caída
El Gobierno de Quintana Roo dio a conocer cifras concretas procedentes de fuentes aeroportuarias que, a la fecha, desmienten la supuesta contracción de la llegada de turistas al estado, todas las cuales indican notables incrementos, con 17.6 por ciento más pasajeros nacionales y un incremento del 10.2 de internacionales.
Según el Grupo Aeroportuario del Sureste el Aeropuerto Internacional de Cancún recibió en septiembre un millón 491 mil 745 pasajeros, equivalente a un incremento del 7.8 por ciento respecto al mismo mes de 2016.
En el acumulado anual hasta el mes de septiembre de 2017 el AIC recibió 17 millones 996 mil 106 pasajeros, 11.2 por ciento más que el mismo periodo de 2016.
El Aeropuerto Internacional de Cozumel, en tanto, reportó un movimiento de 427 mil 455 pasajeros en septiembre de 2017, cuatro por ciento más con respecto al mismo mes de 2016.
Según datos de la red de transporte aéreo de programación y planificación de vuelos OAG (Official Airline Guide), los asientos programados de Estados Unidos hacia Cancún para los próximos meses continúa en ascenso.
Por mes las reservas indican que para octubre de 2017 habrá 6.2 por ciento más pasajeros; noviembre crecerá 9.9 por ciento, diciembre 7.2, enero de 2018 7.1 y febrero 8.2%, datos todos en la comparación con el mismo mes del año anterior.
Un análisis del programa de vuelos de los diferentes aeropuertos de Estados Unidos a Cancún expone que para el periodo agosto-diciembre de 2017, el incremento en la disponibilidad de aviones será de 9.3 por ciento y para el periodo enero-julio de 2018 de 4.1 por ciento.
De acuerdo con el Sistema de Información de Estadísticas Turísticas Datatur, la SCT, Sedetur, la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos y el Fideicomiso de Cozumel y la Riviera Maya, del 1 al 16 de octubre de 2017 se registró en Quintana Roo una ocupación hotelera de 73.7 por ciento, siendo el mes que en años anteriores se consideraba el segundo con más baja ocupación estacional.
De enero a agosto de 2017 se reportan tres millones 234 mil 45 pasajeros de cruceros en los puertos del estado.
La inversión en nueva infraestructura turística no se detiene. Actualmente se construyen 18 mil cuartos de hotel para los próximos dos años que se suman a la oferta ya existente de 98 mil 964 habitaciones en el estado. Está en marcha un nuevo parque temático: Proyecto Amikoo en la Rivera Maya. La inversión asciende a 840 millones de dólares, con la generación de nueve mil empleos directos y 36 mil indirectos, visitas anuales de 4.5 millones de personas. Prevé la construcción de un museo arqueológico, restaurantes, mil 200 habitaciones y atracciones mecánicas, entre otros atractivos.
A esto se suma la remodelación del Centro Internacional de Convenciones de Cancún, la reapertura del hotel Temptations de 430 habitaciones, así como la reciente inauguración de The Grand at Moon Palace.