En círculos turísticos quintanarroenses identificaron una campaña negra contra los destinos de Quintana Roo proveniente del exterior, aunque internamente también se detectaron dinámicas opositoras, con cierto tinte político para perjudicar a una administración estatal que inicia la consolidación de su proyecto tras un año en funciones.
Desde el exterior, destacaron por su impacto el “warning” del Departamento de Estado,
matizado como “actualización” o “advertencia”, que no obstante irrumpió con fuerza
debido al contexto: inicio de la temporada vacacional y la negociación ríspida por el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Por todo ello, no se calificó desatinado apuntar al vecino del norte como promotor con intereses de dicha cruzada.
Por la misma fecha, una investigación periodística del Periódico estadunidense “Milwaukee Journal Sentinel” atribuía al “alcohol adulterado en hoteles y bares” la muerte de una turista de 20 años, Abbey Connor, en una alberca del Iberostar Paraíso del Mar, en la Riviera Maya, ocurrida en enero. No había pruebas, pero su familia, así como más de cien testimonios en torno a otros supuestos casos, pasaron la cuenta.
Desde ese momento, otros rotativos y cadenas de televisión multiplicaron allá la versión, con sus inevitables daños colaterales. En los mismos círculos referidos al inicio del texto aseguran que esta ofensiva, en medios de comunicación masiva, fue peor que la del “warning”, subida a una página web oficial.
Semanas después el ambiente se tornó más adverso. Entre sismos y fenómenos
meteorológicos, la “diplomacia blanda” debió multiplicar los esfuerzos para revertir una
imagen construida desde las sombras. En esa coyuntura surgió la gira del gobernador
Carlos Joaquín al principal mercado, mientras que en territorio propio se precisó el aparente origen de la nefasta estrategia.
Entonces, se decidieron a comprobar con números el progreso y la proyección. Desde la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos revelaron que este año, pese a todo, el Cancún Travel Mart fue exitoso: participaron 645 delegados, de los cuales 313 fueron compradores de 25 países y 332 proveedores.
Su participación permitió a los destinos locales cerrar ventas cercanas a los 3 mil 500
millones de dólares, que garantizan una ocupación hotelera para la próxima temporada alta similar a la anterior, cuando se registró un crecimiento promedio de 3%.
En los primeros ocho meses creció 12% la afluencia de turistas internacionales al
contabilizar 26 millones de visitantes, quienes dejaron una derrama económica de 14 mil 706 millones de dólares, lo cual significa un crecimiento de 9.7% frente a lo observado en el mismo lapso de 2016.
Aunado a ello, resalta el anuncio del parque Amikoo, lo cual abona a la misión de convertir al estado en el centro temático más importante de Latinoamérica; o más recientemente (apenas esta semana), la inauguración de la Terminal 4 del aeropuerto cancunense, con lo cual se convierte en el más importante del país y de la región.
El gobierno de Carlos Joaquín anticipó la andanada, y sin embargo, no han podido.