Dentro de la filosofía de regalar sensaciones y no cosas, que en materia de sexo es imprescindible, proponemos algunas ideas destinadas exclusivamente al placer.
1. Juguetes eróticos, los amantes electrónicos
Las que anden en busca de nuevas sensaciones, deben probar sin más tardar Sona, de Lelo (69 euros), un estimulador de clítoris a base de ondas de sonido, que inicia una nueva era de vibradores sónicos que dará mucho que hablar. Las ondas que emite Sona no solo llegan a la parte del clítoris que podemos ver y tocar sino a todo este órgano; que como sabemos es similar a un iceberg y muestra al exterior solo una pequeña parte de sí mismo. Un accesorio a probar por las clitorianas con la garantía de la marca Lelo: silicona médica, 100% sumergible, recargable y uno de los más silenciosos del mercado.
Para las amantes de la penetración, Stronic G, de Fun Factory (159,90 €), es lo más parecido que hay en el mundo de la juguetería erótica a un empotrador; ya que el aparatito imita las embestidas que el hombre realiza durante el coito. Stronic es tan inteligente, que él mismo se va abriendo paso, poco a poco, incansablemente, llueva, truene o esté en medio de una ciclogénesis explosiva. De seguir perfeccionando tanto estos amantes tecnológicos, llegará un día en que echemos de menos los gatillazos.
2. Lencería sexy, feminista y libre de explotación laboral
Existen marcas de lencería para las que el buen diseño no es suficiente. Pretenden ser elaboradas desde el concepto de ‘sexy’ que tienen las mujeres y no los hombres (que están más interesados en quitarlas que en admirarlas) y además, sin explotación laboral. De nada sirve empoderar a las mujeres del primer mundo si para eso hay que esclavizar a las de los países pobres. Muchas de estas marcas se proponen no usar el Photoshop, realizar prendas para todas las tallas y edades y no comprimir ni apuntalar el cuerpo femenino, sino más bien abrazarlo.
Neon Moon es una de las firmas pioneras; Toru & Naoko es la creación de una argentina afincada en Chile y elabora lencería hecha a mano, y la neozelandesa Lonely está empeñada en demostrar que existe un camino intermedio –sexy, cómodo y atrevido– entre los desfiles de Victoria’s Secret y la ropa interior de una octogenaria. Todas venden online y creen que el mejor momento del día de una mujer no debería ser cuando llega a casa después del trabajo y se quita el sujetador.
3. Un poco de porno, pero del bueno
Hace poco que acaba de salir al mercado XConfessions Vol. 11, un pack con seis historias rodadas por diferentes directoras pero producidas todas por Erika Lust (16,90 euros). Las ideas para realizar estos guiones salen, como en todos los volúmenes anteriores, de fantasías sexuales de personas anónimas, que las comparten en la web de Erika, Xconfessions.com. Algunas de las historias de esta nueva entrega incluyen una relación lésbica en un club de Berlín, otra cuyo protagonista es la técnica japonesa del Shibari o una novela romántica que se hace realidad.
La productora Blue Artichoke Films, creada por la directora porno norteamericana Jennifer Lyon Bell, presume de “hacer películas eróticas para gente a la que le gusta el cine”. Su gift set para estas Navidades se compone de tres películas, todas ellas premiadas, al precio de 59,95 euros. Silver Shoes, se centra en la erótica de lo que vestimos o calzamos, algo así como sexo y moda; en Matinée, una pareja de actores que interpreta a unos enamorados cada noche recupera su propia vida sexual y Skin. Like. Sun narra las peripecias sexuales de un hombre y una mujer en su casa de Bruselas, en una tarde soleada, lo que no debe ser muy frecuente por allí.
4. Arte subido de tono
Obsessionart.com es una galería de arte online centrada en el erotismo, donde se pueden comprar pinturas, fotografías, grabados, litografías y series de trabajos de artistas de todo el mundo. La web está muy bien diseñada y ordena sus productos según las más variadas categorías: orientación de género, fetiches (tacones, ataduras, medias), estilos (realismo, abstracto, pin-ups, gótico, vintage) o fantasías, entre otros muchos apartados. Con lo que si uno tiene claras sus preferencias, decidirse no llevará demasiado tiempo. Los precios varían, pero hay cosas interesantes desde 27 euros.
5. Libros, la cultura del sexo
En Historia de la sexualidad 1: La voluntad de saber (Siglo XXI), su autor, Michel Foucault, pretende aclarar cuáles fueron las relaciones históricas entre el poder y el discurso que forjaron el modelo de sexualidad que todavía impera y nos afecta. Así, este autor se plantea muchas preguntas del millón como, por ejemplo, ¿por qué el estado ejerce de administrador de los cuerpos?, o ¿por qué todavía hoy hay tantas reglas, normas y discursos sobre el sexo?
Para entender nuevas tendencias, como el poliamor, El amor libre. Eros y anarquía de Osvaldo Baigorra (Gebara) es un buen punto de partida. Durante mucho tiempo este término hizo alusión al amor fuera de las uniones civiles o religiosas, que marcaba la sociedad. Hoy el concepto se reescribe, aunque hunde sus raíces en una ideología político-social y libertaria.
El sexo que queremos las mujeres. Y cómo disfrutarlo, de Carme Sánchez Martín (Lectio), es un práctico manual en el que no abundan las teorías o los estudios científicos, sino la experiencia y trayectoria de 20 años de consulta y terapia sexual de su autora, psicóloga y sexóloga. Aquí se proponen recetas prácticas como solitarios sexuales, deseo activo, la metáfora del aeropuerto, polvos con nombres de ciudades, sexo de pasillo o mantener correspondencia con la propia vagina o el clítoris.
Para los que entiendan el inglés; dos libros interesantes aún no editadas en castellano, son The Explorer’s Guide to Planet Orgasm: for every body, de Annie Sprinkle. Como su título sugiere, un fascinante tratado sobre el clímax, sus variantes y cómo llegar hasta él y The Ultimate Guide to Solo Sex, de Jenny Block, para practicar cuando se está sin pareja.
6. Juegos eróticos de mesa
La versión sexual del parchís, las damas o el Monopoli puede, a priori, parecer una memez pero también es una forma de recuperar los juegos sexuales (en parejas que han estado tiempo en dique seco) o de descubrir aspectos que se desconocen del nuevo partenaire (en relaciones con poco recorrido). Y como ocurre con los juegos de mesa, tal vez al principio den un poco de pereza pero una vez metidos en harina siempre se pasa un rato divertido.
Monogamy (30,18 euros) es perfecto para parejas con poco tiempo de convivencia. Aquí en las casillas ponen cosas como caricias, besos, quitarse alguna prenda o revelar algo de ti mismo. Pero además, el juego cuenta con tres niveles y 50 escenarios distintos, así que da para mucho. El portal de productos eróticos diversual.com ofrece otras opciones como Creative Kisses (12,70 euros), donde practicar 101 formas diferentes de besar; Hump El juego (13,80 euros), con preguntas y pruebas que decidirán quién es el experto en esta materia o Sexo en el mundo, (20,40 euros) para aprender sobre la sexualidad en otras culturas y coger ideas.
Los que sepan inglés, pueden comprar en la web del Museum of Sex de Nueva York, más conocido como el Mosex, el juego 100 Questions about sex (14,95 dólares) para jugar entre amigos, con tres categorías X, XX y XXX.
7. Una noche en un hotel sexy
Que el sexo en hoteles es mejor, nadie lo duda; pero si además esos lugares están especialmente concebidos para el desmadre o la lujuria, entonces la experiencia puede pasar a la historia.
Existe ya una nueva categoría de hoteles sexys concebidos especialmente para llegar y colgar el cartel de ‘no molesten’. En Madrid, el Hotel Loobestá pensado para amantes y cuenta con recepción automática 24 horas, sillones ergonómicos, jacuzzis o piscinas privadas. Seven Hotel París, ofrece habitaciones como la Suite Cabaret, con barra de pool dance y todo; o la Suite Agent Secret, que es como entrar en una película de James Bond de los años 60. El Pelirocco, en Brighton (Reino Unido), ofrece decorados vintage con tapizados de leopardo y cuenta con un paquete especial para parejas con masaje, botella de champán y desayuno en la cama.
8. Una tarde en un spa privado
¡Cuántas veces hemos deseado estar en un jacuzzi, una piscina o incluso una sauna con la única compañía de otro/a de nuestro agrado! Bali Spirit, en Barcelona, es un spa con salas privadas para parejas y paquetes que incluyen masajes relajantes, exfoliaciones corporales, bienvenidas con lluvias de flores y la posibilidad de reservar la sala por más tiempo para una cena romántica.
En la capital, Auditorium Spa cuenta también con planes para dos. Uno de los más sugerentes es el jacuzzi privado con botella de cava, bombones y masaje (95 euros), en el que las burbujas juegan un papel primordial.