Desde el año pasado el gobernador Carlos Joaquín González planteó que los problemas de seguridad no deben politizarse y menos convertirlo en un elemento para captar votos.
La premisa planteada por el Gobernador cobra mayor relevancia ahora que hay un complicado proceso electoral, no solo por los intereses y proyectos políticos que se entremezclan entre todos los colores partidistas, lo cual genera confusiones en más de uno, sino por la contienda presidencial que polariza a los mexicanos.
Justamente, más allá de colores partidistas, la seguridad tiene y debe ser abordada en equipo, de manera integral, pues de lo contrario no se pueden esperar resultados alentadores.
La muestra se dio el fin de semana pasado, cuando el gobierno de Estados Unidos decidió cancelar la alerta de viaje que había sobre Playa del Carmen y la prohibición para usar el servicio de ferry entre el continente y la isla de Cozumel.
El gobierno estadounidense tomó esa decisión luego de los resultados positivos que arrojó la estrategia de vigilancia implementada por todos los niveles de gobierno para mejorar la seguridad en los muelles de Cozumel y Playa del Carmen, donde se generó la crisis más reciente como consecuencia de la explosión registrada en uno de los ferris de la empresa barcos Caribe.
La crisis se enfrentó de manera exitosa, es cierto, pero la Procuraduría General de la República (PGR) tiene un gran pendiente con la sociedad quintanarroense: concluir su investigación sobre la explosión y entablar las acciones legales que correspondan en contra de los responsables, para evitar que siga habiendo impunidad.
De hecho, la PGR tiene más pendientes con Quintana Roo. Por ejemplo, allí está el escándalo de las cajas de seguridad que sigue sin aclararse, con la empresa intervenida, con vigilancia permanente de la Policía Federal en la puerta del local que albergaba los valores.
Solo con acciones coordinadas se puede garantizar la paz, pero solo combatiendo la impunidad se puede afianzar la tranquilidad y confianza de los ciudadanos.
Por lo pronto las acciones conjuntas, el trabajo en equipo rinde resultados, justo a tiempo de que arranque la temporada alta de turismo.
Platea
El gobernador Carlos Joaquín González se tomó la foto “de familia” con la mayoría de los candidatos a legisladores federales y presidentes municipales postulados por la alianza PAN-PRD-MC de la que él mismo es parte.
No fue novedad que se ausentara la alcaldesa de Cozumel, Perla Tun, quien busca la reelección. Es común que desaire al Gobernador, pero hubo ausencias que confirmaron que algunos no van por las posiciones que buscaron con denuedo, como la de Jorge Portilla Manica, quien ya no será el candidato a la presidencia municipal de Tulum.
Los lugares que ocuparon los virtuales candidatos en la mesa no fueron obra de la casualidad. Fueron colocados de acuerdo con la relevancia que tienen para el Gobernador y las posibilidades de triunfo que tienen.
Así, indudablemente el Gobernador apuesta por la reelección de Cristina Torres en Playa del Carmen; por Mayuli Martínez Simón para el Senado; Miguel Ramón Martín Azueta para diputado federal en el Distrito I y Luis Torres Llañes en el II y Fernando Zelaya Espinosa para la presidencia municipal de Othón P. Blanco.
La suerte de los demás que aparecen en la foto no es relevante.
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