DESTRIPACUENTOS Por Antonio Callejo
- Los ataques, incluso asesinatos, ya llegaron a candidatos, políticos y funcionarios. El crimen organizado quiere influir en el ejercicio de gobierno
- En un acto de congruencia, anuncia Remberto Estrada que no irá a la reelección para terminar el mandato; Se debe reconocer que aguantó la metralla con estoicismo
- Luis Torres Llanes se separa de la presidencia municipal en OPB en medio de una crisis por el incendio del relleno sanitario
Cancún, Quintana Roo.- El incremento en el número de asesinatos dolosos a nivel nacional. El año pasado (2017)cerró con un aumento de un 33.5 por ciento, con relación al anterior (2016). Y aunque en el mes de enero de 2018 se redujo la tendencia al alza, la realidad es que se trata de un problema generalizado, que ya está incluido en los análisis de las principales casas consultoras.
En este punto es necesario decir que Quintana Roo, donde las autoridades han admitido focos de alerta por el aumento de hechos violentos, no se encuentra entre las entidades con los índices delictivos ni de homicidios.
Sin embargo, se trata de una problemática nacional, que indica el empoderamiento de mafias criminales. Y ese es precisamente el punto, que ya se detectó un patrón estadístico sumamente preocupante.
El ataque a actores políticos, sean funcionarios, candidatos o ex candidatos.
La casa “Grupo de Economistas y Asociados” (GEA), dice al respecto en su más reciente reporte denominado: “Escenarios políticos; Marzo 2018”:
“Un cuarto impacto del contexto en el proceso electoral es la amenaza, por desgracia ya presente, de violencia que contamine y entorpezca los procesos electorales, especialmente los estatales y municipales.
“No está de más señalar el riesgo de que la violencia suba al nivel de atacar a candidatos a diputados, senadores o gobernadores.
“Se ha acentuado, sin embargo, un tipo de violencia especifico: los ataques en contra de políticos locales. Esto es particularmente serio porque permite la captura de gobiernos locales por parte de la delincuencia organizada y amenaza la integridad de las elecciones.
La conclusión es escalofriante.
Revela, pues, el grado de intimidación e influencia que pueden tener los grupos del crimen organizado en la organización de una elección y, posteriormente, en el ejercicio del gobierno mismo.
Hay entidades en el Centro y Norte del país, donde los políticos ya prefieren abstenerse de participar en procesos electorales; o peor aún, donde es recurrente el asesinato de autoridades y de postulantes a cargos de elección popular.
De acuerdo con “GEA”, del ocho de septiembre del 2017 al 8 de marzo de 2018, es decir, en un periodo de siete meses, se registraron 49 asesinatos de actores del quehacer público: 30 en contra de políticos locales y 19 en contra de precandidatos a diputados locales o al ayuntamiento.
Veamos el incremento por bloques de periodos:
Siempre con base en esas cifras de “GEA”, durante el sexenio de 2006 a 2012, fueron asesinados 48 presidentes municipales (sean electos, en funciones o ex alcaldes); en tanto que entre el 2012 y 2018, la cifra alcanzó a 70.
Como se ve, la violencia es un tema obligado en la agenda de todos los candidatos a los tres órdenes de gobierno.
Y ahora no sólo porque está expuesta la ciudadanía, sino porque el crimen organizado está tomando espacios de poder, eliminando a los políticos, y tratando de imponer su poderío e influencia justamente por la fuerza.
Calumnias, `fake news´ y `guerra sucia´
No podemos dejar de anotar el otro elemento preocupante, tanto para los candidatos como para los ciudadanos, la irremediable presencia de noticias falsas y `campañas negras´ que se echarán a andar para influenciar los votantes.
Es un tema poco estudiado y, por lo tanto, de difícil contención.
Es más probable que nos enteremos a `toro pasado´, una vez pasadas las elecciones, cuál fue el efecto de estas estrategias en las que se sospecha de que todos los actores son partícipes. Finalmente, las redes sociales brindan ese espacio para el anonimato y la canallada.
Remberto Estrada, congruente
Remberto Estrada Barba, a quienes sus detractores, incluso analistas que presumen de seriedad, se refieren despectivamente como `Remby´, tomó la decisión de no separarse del encargo y, adicionalmente, de no enrolarse en el proceso electoral con la intención de reelegirse.
Es el primero y el único que lo hace en el estado.
Aparentemente, su carrera política quedará en un suspenso cuando termine la administración, puesto que no aparece en ninguna lista de plurinominales.
Sin embargo, hay que decir que su decisión fue un acto pleno de congruencia.
Sus números de posicionamiento se deterioraron a fuerza de un pertinaz ataque en contra de su persona y de su trabajo. Y prefirió dar paso a un militante verde más fresco. La batalla de levantar Cancún no la hace una sola persona, no lo hará nadie en el futuro, menos con una campaña adversa tan contundente.
Y en este contexto, si algo llama la atención de la forma en la que se condujo, es que no se distrajo ni un momento para confrontar a sus críticos, ni para enredarse en polémicas o discusiones, a pesar de que recibió una dura metralla, no sólo de medios convencionales, sino en las redes sociales. Aguantó estoico una lluvia de ataques y hasta calumnias, sin chistar. Cada día tiene una agenda de trabajo, en la que se concentró de manera puntual.
Cuando se le señalaron errores, salió a enmendarlos a la brevedad y a pedir disculpas a los ciudadanos, sea por pintar de verde las piedras de un jardín o por colocar pasto sintético en un camellón.
Aún en la más adversa conferencia de prensa o entrevista, devolvió una pregunta con mesura y gentileza.
Remberto es un joven que ya construyó una carrera política sólida. Ha sido regidor, dirigente partidista, diputado federal y presidente municipal. Quintana Roo es un ejemplo de que el que sabe esperar, también puede llegar.
Luis Torres Llanes, incongruente
Su discurso en público es que está comprometido en el trabajo para su comunidad. Su discurso `en corto´, es que gracias a su campaña en Chetumal consiguió el triunfo para el gobernador, Carlos Joaquín. Que fue determinante.
Y hoy, en plena emergencia por el incendio en el relleno sanitario, Luis Torres optó por dejar el ayuntamiento para ir por la candidatura a una diputación federal.
Los chetumaleños tienen un comportamiento muy especial en las urnas, eso que ni qué. Ya veremos si se confirman los dichos del sedicente líder del sur.
@AntonioCallejo
