Decía el exgobernador de San Luis Potosí (1943-1949) Gonzalo N. Santos, que la moral “es un árbol que da mora”, para justificar sus enjuagues de corrupción e impunidad que privó durante su sexenio. Frase vigente en la política mexicana en los últimos 60 años.
El contexto viene a colación por la situación que se vive en la política quintanarroense, en la que aún predominan las decisiones partidistas, donde todavía los electores se preguntan cómo es posible que las ideologías de izquierda, derecha, centro derecha y conservadores se junten en las llamadas coaliciones como Morena-PES-PT, PAN-PRD-Movimiento Ciudadano y PRI-PVEM-Panal.
No pocas son las imágenes en forma de meme que circulan en las redes sociales sobre estas coaliciones, pero lo más trascendente es que a los partidos políticos ya no les interesa su ideología, sus estatutos, sus normas, sino llegar al poder para poder obtener los votos suficientes y no perder el registro, porque los votos representan las prerrogativas para seguir viviendo del erario público.
Hay algo tenebroso en esas alianzas. Los de Morena se creen superiores a sus aliados, el PES y el PT, por el hecho de tener al “caudillo” de su lado, traen diferencias muy marcadas, tanto, que el dirigente de Encuentro Social en el estado, Gregorio Sánchez Martínez fue bajado de la candidatura a la diputación federal por el distrito III, aún está en veremos si se queda Mildred Ávila Vera o van con Niza Puerto en dicho distrito. En Solidaridad, ya se registró Luis Roldán y los de Morena no quieren apoyar a Laura Beristain Navarrete; en Cozumel, Juanita Alonso también enfrenta el boicot de los que se dicen sus aliados. Esta situación es similar a un matrimonio que por todos los medios quiere divorciarse, pero son tantos los intereses que prefieren estar juntos.
Los del PAN-PRD-MC sufren del síndrome de la imposición de candidaturas. Un ejemplo es la de José Luis Toledo Medina a la presidencia municipal de Benito Juárez, donde algunos perredistas manifiestan su inconformidad hasta con marchas, y dicen que no se puede ser de izquierda de la noche a la mañana. Otro es el candidato a diputado por el Distrito I, Miguel Ramón Martín Azueta, que ahora se yergue como miembro de Movimiento Ciudadano, cuando aún no conoce ni los estatutos de este partido. El PAN, pues se convierte en la rémora que va a donde la lleve el viento perredista.
En el PRI-PVEM-Panal están tan divididos, que esperan hasta el último minuto del registro para las presidencias municipales para nominar a sus candidatos; diría uno de los políticos de la oposición, son como la sandía, verde por fuera, pero roja por dentro. Al final, después de tanto buscarle, nominan a Mario Machuca Sánchez como su abanderado a la presidencia de Benito Juárez.
Lo que se observa, es que ya no interesan los ideales partidarios, por los que los fundadores se rasgaron sus vestiduras; ahora el objetivo es llegar al poder para poder joder al pueblo.
SASCAB
El que sabe hacer su trabajo como candidato es Jesús Pool Moo, quien camina casa por casa el distrito IV. A sus interlocutores les dice que si el voto le favorece este 1 de julio para alcanzar la diputación federal, se encargará de fiscalizar y vigilar la debida aplicación del Presupuesto de egresos, fortalecerá el marco normativo vigente en cuanto a ingresos y gasto público.
Reconoce que se enfrenta a aquellos que han tratado de comprarlos con despensas y falsas promesas a los votantes, por eso desde la Cámara Baja instará a gobiernos estatales y municipales trasparentar la gestión de los recursos para acceder a programas federales.
La participación de la sociedad es relevante para una ciudad habitable y segura, por eso como legislador federal Pool Moo aseguró que trabajará en equipo con las diferentes fracciones parlamentarias con la finalidad de atender las principales demandas de los quintanarroenses, no sólo en cuestión de recursos sino también de leyes y reglamentos benéficos para la entidad y el resto del país.
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