¿A quién tendrá tan molesto o preocupado Miguel Ramón Martín Azueta en el Distrito 01, como para -literalmente- haberle querido “colgar el muerto”?
Azotado el estado, principalmente en su zona norte, por una interminable ola de violencia que ha dejado de enero a la fecha unos 200 muertos, a alguien de mente muy perversa se le ocurrió la macabra idea de simular un nuevo caso de éstos para asestarle un golpe bajo al ojiverde candidato a diputado federal. Aunque ello conllevara aterrorizar aún más a la población.
Con una supuesta “narcomanta” y un muñeco elaborado con tela, globos y plástico que dejaron la noche de este sábado colgados en un puente de Playa del Carmen, el o los malquerientes de Miguel Ramón, haciéndose pasar como miembros de un grupo criminal, le lanzaron amenazas y lo acusaron de andar en líos con un capo mafioso. Lo cual, curiosamente, fue difundido de forma presta por algunos portales de noticias que no se tomaron la molestia de investigar primero la veracidad del hecho.
El caso es que llegó la Policía de Solidaridad y bajó del puente el supuesto “ejecutado” y la tela garabateada, sólo para darse cuenta de que el “muerto” no era tal y se trataba de un muñeco… que no son precisamente los que los auténticos criminales suelen dejar a su paso cuando andan ajustando cuentas, muy seguido en las últimos días.
Es cierto que Miguel Ramón no es lo que se dice un durazno en almíbar, y que tiene como todos sus altas y sus bajas, sus afectos y sus desencuentros, pero tratar de pegarle manipulando de forma perversa un problema que aqueja y preocupa enormemente a los quintanarroenses, no es políticamente decente ni correcto.
Candidato de Movimiento Ciudadano, el ex jefe de la Oficina del Gobernador tiene dos contrincantes en la carrera electoral por el Distrito 01: la priista Leslie Hendricks y la morenista Adriana Teissier. Pero como que a ninguna le cuadra la imagen de matona, por muy preocupadas que las pueda tener el avance de la campaña de Martín Azueta.
No. La autoría de la ‘macabrona’ idea del “muertito” colgado y las falsas amenazas apuntan hacia otro lado. Hacia la sucesión gubernamental en el 2022, a la que el hoy aspirante a diputado ha manifestado interés.
¿A quién puede incomodarle que Miguel Ramón crezca políticamente, gane la diputación y se proyecte a la siguiente elección? Al gobernador Carlos Joaquín en definitiva no, pues no sólo ha sido respetuoso del actual proceso electoral, sino que también tiene en Miguel a uno de sus hombres y operadores de mayor confianza.
No se puede, sin embargo, decir lo mismo con gente cercana a él, que futureando proyectos personales y afectivos en la sucesión de Carlos Joaquín, no sería la primera vez que se exhiben en sus intentonas por descarrilar a quienes, según ellos, le representan un riesgo en la ilusoria -y muy adelantada- senda que han trazado hacia Casa de Gobierno.