Respetable público, hoy lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo. En esta esquina, la implacable y muy tenaz enmascarada “La Corrupción”, que se enfrentará a la retadora Laura “La Sabrocita” Fernández, quienes lucharán por el título que se disputa entre las 11 presidencias municipales de la arena Quintana Roo.
Suena la campana y ambas luchadoras acuden al centro del ring, la gente está loca de emoción, pues la lucha entre dos mujeres, máscara contra cabellera, es un espectáculo que nadie se puede perder.
Los 25 jueces observan desde sus curules, sin que nadie chistee, pues les puede más el morbo que cumplir con su trabajo de que la pelea sea justa y transparente.
La primera en tomar acción sobre su contrincante es “La Sabrocita” Fernández, quien agarra a la enmascarada de los hombros para sacudirla con toda su fuerza, porque piensa que es la única manera de vencer ante singular enemiga. Sin embargo, “La Corrupción” logra zafarse de las garras de “La Sabrocita”, a quien le toma la espalda y le aplica el martillo, la doblega con cargar la nómina del Ayuntamiento de Puerto Morelos, donde se sabe que los felixistas y borgistas son los que ganan más que cualquier otro empleado. En la nómina estuvieron activistas del Partido Verde en las pasadas elecciones, quienes se encargaron de promover el voto; se dice que los recursos salieron a manos llenas, pues aunque había una suplente en la presidencia, “La Sabrocita” seguía mandando.
Pero no solo se trató de la nómina, existen terrenos de alta plusvalía en el municipio, en la ruta de los cenotes y en Leona Vicario donde la luchadora de la cabellera hizo lo que quiso, se lo repartió a sus familiares y amigos, pago de facturas por las campañas electorales pasadas. Hasta un constructor que la patrocinó en el 2016 le exige que le pague los millones de pesos que aportó a la campaña a cambio de obras; el delito lo clasificó como fraude, pero más bien evidenció los cochupos que “La Sabrocita” tiene que hacer cada vez que aspira a un cargo de elección popular.
Para el segundo encuentro, ya debilitada por los golpes que la enmascarada “La Corrupción” le proporciona a “La Sabrocita”, esta última se tambalea, pero logra agarrarse de las cuerdas para no caer de brucen en el entablado que tiene en el centro el escudo de Puerto Morelos. El público presente enloquece de contento y empieza a gritar a favor de la enmascarada, pues también ellos son víctima de la corrupción de esta administración municipal de la arena Puerto Morelos que le toca dirigir a “La Sabrocita”.
Como hay un empate, el réferi decide que exista el tercer encuentro; pero a todas luces se ve que la corrupción está más completa, más fuerte, más arraigada a la arena Puerto Morelos. Ambas luchadoras salen de su esquina, pero “La Sabrocita” recibe tremendo derechazo de “La Corrupción”; ante todos los lujos que Laurita tiene, la enmascarada aprovecha esa venta y la toma de toma de la soguilla que presume la luchadora de cabellera, le da dos vueltas y la arroja contra las cuerdas. El blindaje que tiene en sus vehículos, “ni Obama lo tiene”, le grita un Negrón desde la primera fila del respetable. “La Corrupción” gana la lucha a Laura “la Sabrocita” Fernández.