DESTRIPACUENTOS Por Antonio Callejo
- El proyecto Tren Maya, que será responsabilidad de Fonatur, le dará una nueva dimensión, poder e influencia a esta posición en el estado
- Suena Remberto Estrada, como parte de los acuerdos Morena-Verde. Licenciado en Finanzas, con experiencia en el área de transporte turístico
Cancún, Quintana Roo.- Con Andrés Manuel López Obrador, la delegación de Fonatur en Cancún (de carácter regional), volverá a ser un súper organismo, con bastante influencia y peso político en el estado y más allá, en tanto que será la cabecera del proyecto para el llamado Tren Maya, que recorrerá los estados de Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco.
Su delegado tendrá enormes facultades, un peso en el escenario político específico, y escaso desgaste, en tanto que no atenderá directamente a ciudadanos, sino a una serie de proyectos coronados por el ambicioso ferrocarril.
No se debe perder de vista a quien ocupe esta posición. Así como un coordinador general de delegados federales, un secretario de Turismo y un dirigente de Morena atraerán demasiado los reflectores, el delegado de Fonatur en Cancún también formará parte de esta nueva élite de la burocracia en el estado. Y por tanto de la política electoral.
Fonatur Cancún: De la gloria al ocaso, y de nuevo a la cúspide
Fonatur fue, desde el nacimiento de Cancún, el órgano rector de la ciudad, de su Zona Hotelera y de su planeado primer cuadro. Era la autoridad plenipotenciaria que regía su destino y que se encargaba de su operatividad. Al tiempo, se entregó la facultad de gobierno (limitada, pues aún mantuvo la Zona Hotelera), a su naciente gobierno municipal.
A partir de abril de 1975 empezó a funcionar el primero gobierno municipal, con su presidente Alfonso Alarcón Morali. Sin embargo, la Delegación de Fonatur seguía teniendo una gran influencia en el encauzamiento del desarrollo del destino.
Era como una presidencia municipal alterna, a veces con más atribuciones que responsabilidades, en tanto que no atendía ni enfrentaba a los ciudadanos, pero administraba un presupuesto libre para sostener los servicios de la Zona Hotelera.
Contaba aún para su venta con las dos grandes extensiones de tierra que hoy ocupan el exitoso mega desarrollo Puerto Cancún, y el frustrado Malecón Cancún.
Se encargó del saneamiento de la red de aguas residuales, la jardinería, el mantenimiento de la carpeta asfáltica del bulevar Kukulcán, e incluso de la recolección de basura de la Zona Hotelera.
Para ello cuenta todavía con una paraestatal denominada Baja Mantenimiento y Operaciones (BMO), a través de la cual puede invertir, subcontratar servicios, pagar empleados y hasta adquirir obras de arte (como la escultura denominada la Rosa de Fonatur, en la Tercera Etapa de la Zona Hotelera), todo sin necesidad de licitar nada.
La delegación de Fonatur en Cancún, que tiene carácter regional, tuvo un gran peso político en el estado.
Hasta 1991 se le veía como una antesala para cargos importantes. Ese año Carlos Cardín Pérez fue delegado de Fonatur e inmediatamente candidato del PRI a la presidencia municipal, la cual ganó sin oposición (su adversario renunció unas antes de la elección).
Y en 1997, en la víspera de que el entonces gobernador, Mario Villanueva Madrid, iniciara su proceso para relevarlo, fue enviado al encargo Jorge Polanco Zapata, quien usó la delegación para robustecer su, a la sazón, frustrada candidatura.
Fue a la llegada de Vicente Fox Quesada a la presidencia del país cuando Fonatur empezó una debacle.
Nombró a Jacques Rogozinsky como director general de ese fideicomiso, y se especuló entonces de su intención de liquidar sus activos. En esa época, inició también un debate para que entregara sus factultades y presupuesto al ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún). Pero sólo le concedió la recolección y cobro del servicio de limpia de la Zona Hotelera.
Hasta hoy, Fonatur Cancún mantiene un presupuesto para sostener 800 empleados, y los servicios de saneamiento de aguas residuales, jardinería, limpieza de la laguna Nichupté y el mantenimiento (cada vez más deficiente), de la carpeta asfáltica del bulevar Kukulcán.
Muchos tiradores para la Delegación, pero suena…
El arquitecto Rogelio Jiménez Pons será el director de Fonatur en la próxima administración del gobierno federal, según anunció Andrés Manuel López Obrador.
Jiménez Pons fue secretario de Turismo en Tabasco a mediados de los setenta y trabajó también en la Secretaría de Turismo.
Hoy su principal encargo es la realización del Tren Maya, que deberá iniciar apenas arranque el sexenio de AMLO.
En las negociaciones que mantiene el Partido Verde con el presidente electo, suena para hacerse cargo de la delegación Fonatur Cancún el actual presidente municipal, Remberto Estrada Barba.
El munícipe es licenciado en Finanzas, y tiene experiencia en el área del transporte, específicamente en la rama turística, pues se debe recordar que su familia, para la cual trabajó antes de iniciar su carrera política, es propietaria del consorcio Grupo Tena, que opera una flotilla de casi una centena de camiones de lujo para la transferencia de grupos de visitantes.
@AntonioCallejo