Los sociólogos determinan que la familia es la célula básica de la sociedad, de ahí que si la familia está mal, por consecuencia lógica gran parte del tejido social estará mal, máxime si las instituciones que orientan y ayudan a las familias dejan de cumplir su labor.
Invariablemente de cultivar los Valores Universales, lo más importante es la educación que deben recibir los niños y adolescentes, que es la generación donde todavía se puede trabajar, para que sepan tomar decisiones de lo bueno y lo malo, lo conveniente y lo no conveniente, lo correcto y lo incorrecto. Solo la educación es lo que puede salvar al pueblo.
Si bien es cierto que los padres de familia tienen la libertad para transmitir o no los Valores, hay principios básicos como el respeto, la honorabilidad y la solidaridad que deben ser inculcados desde el hogar, porque solo así podremos tener una mejor sociedad.
Hoy, lamentablemente solo vemos los efectos de ese desgarramiento social, el pleito por la plaza para la venta de drogas, la guerra sucia de los políticos para poder ascender a tal o cual cargo, la indolencia de las autoridades encargadas del combate al crimen, el daño que se le hace al patrimonio público y el cinismo de algunos funcionarios públicos para decir que se hacen las cosas bien, pero es la percepción ciudadana la que hace que se vea mal.
De ahí la importancia que todas las instituciones, apoyadas por los medios de comunicación, formulen programas y proyectos que tengan que ver con la recomposición de la sociedad, pero principalmente que se aplique el presupuesto público en Educación, que no se quede en el camino o se desvíe a otras actividades que no tengan que ver con la materia, con 8 mil 500 millones de pesos asignados al Sistema Educativo, seguramente fuésemos el primer lugar en educación en todo el país.
No se puede negar que la confianza en las instituciones públicas se ha perdido, ya no hay confianza de la sociedad para dejar salir a sus hijos a lugares públicos, no se confía en el transporte público, ya no se sabe quiénes y a qué se dedican tus vecinos. Solo basta recordar la Encuesta Nacional de Victimización 2017 (Envipe 2017), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, las personas han modificado sus comportamientos, por ejemplo: 70.5 por ciento de los mexicanos no permiten que sus hijos salgan a la calle, 64.2 por ciento no usa joyas, 51 por ciento no sale de noche. La delincuencia nos ha intimidado de tal manera que vivir con miedo y encerrados en casa o centros comerciales se ha vuelto algo cotidiano. La cifra negra (los delitos que no se denuncian) es del 93.6%, esto es que de cada 100 delitos que se cometen, sólo se denuncian 6, porque las personas consideran que denunciar es una pérdida de tiempo, desconfían de las autoridades o tienen miedo a ser extorsionados.
Empecemos por educar y fomentar los valores en la familia, eso no falla. Pues no debemos de cansarnos de hacer el bien, que a su tiempo vamos a ver los resultados, en caso de que no desistamos.
SASCAB
El diputado Emiliano Ramos Hernández, presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta, tiene una gran responsabilidad para investigar las presuntas facturas pagadas por el Ayuntamiento de Solidaridad, que preside Cristina Torres Gómez, a empresas “fantasmas”, que suman más de 140 millones de pesos. Las empresas están “instaladas” en Chiapas, Tabasco y Yucatán, de ahí que los empresarios locales se quejaran de la falta de oportunidad para ser proveedores del Ayuntamiento.