Las redes sociales ofrecen una vía para establecer una conexión fácil y rápida con las víctimas
Las personas pueden ser víctimas de extorsión sin necesidad que haya contacto físico con su atacante
Una investigación realizada por el Instituto de Justicia Social de Estados Unidos y expertos investigadores en tráfico de personas de la Universidad de Toledo, en EU, asegura que los traficantes involucrados en redes de trata de menores y de pederastia utilizan de forma común redes sociales y aplicaciones de mensajería y citas como Facebook, Instagram, WhatsApp o Tinder para reclutar a jóvenes.
El estudio analizó los métodos que emplean los delincuentes para la extorsión y la trata de menores de edad, por la facilidad que existe para entablar contacto con menores de edad y la elevada cantidad de información.
La investigación estudió los fenómenos de extorsión a menores por parte de desconocidos, tanto a través de “grooming” y de engaños relacionados con la pederastia, como incluso ejemplos de captación de jóvenes para el tráfico de personas.
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De acuerdo con el estudio, las redes sociales ofrecen a los traficantes una vía para establecer una conexión fácil y rápida con las víctimas, ya que una vez que entran en contacto con las jóvenes, la cantidad de información alojada en estos sitios web nutre de conocimiento a los atacantes.
Un profesional experto en tráfico de personas de la Universidad de Ohio asegura que los traficantes son “expertos manipuladores” y utilizan este tipo de aplicaciones para observar el contenido que se sube a Internet y así “descubrir las vulnerabilidades e inseguridades de las chicas”.
Una vez que los traficantes consiguen que las jóvenes confíen en ellos de forma rápida y pueden apelar a los sentimientos de las chicas para generar esta confianza, al moldear sus comportamientos al contenido subido por la víctima.
En aplicaciones como Snapchat se hace más complejo seguir la pista de los traficantes ya que los mensajes privados desaparecen una vez consultados, destacan.
Una vez que se ha establecido la confianza en relación con las vulnerabilidades de las chicas, el estudio indica que los traficantes pueden conseguir el control de la relación por medio de la extorsión.
Algunos delincuentes recurren a la creación de perfiles falsos para establecer el contacto, y así mantener siempre uno limpio y al margen de sospechas.
Las aplicaciones de mensajería y otras “apps” basadas en el chat son otros de los servicios que han sido identificados como de riesgo. Los traficantes disponen de la posibilidad de iniciar conversaciones privadas con las víctimas, con mensajes cifrados en el caso de WhatsApp, o que no quedan recogidos en servidores como sucede con KIK.
Además de estas aplicaciones existen otras especializadas en citas como Tinder y Blendr. En el caso de Blendr deja expuesta la ubicación de los usuarios, mientras que Tinder facilita la base para quedar con desconocidos.
Los especialistas relatan que también que las plataformas de videochat como Omegle o Chatroulette pueden utilizarse por parte de traficantes de personas o acosadores contra menores, ya que utilizan estas plataformas para desarrollar confianza con las menores, obtener imágenes de ellas y atraerlas a otros servicios.
En último lugar, los investigadores ponen como ejemplo las páginas de anunciantes o de ventas, también utilizadas como vía de captación de menores, entre las que destacan sitios de prostitución y de encuentros sexuales como Skipthegames o Cityxguide, páginas frecuentemente clausuradas y que usan como plataforma de venta de desnudos.
Gracias a la tecnología, los jóvenes pueden ser víctimas de extorsión sin necesidad que haya contacto físico entre el atacante y la víctima,ya que según un estudio realizado por la asociación de Defensa Digital de los Niños THORN, solo el 58 por ciento de las víctimas que conocieron al traficante de forma “online” en la actualidad han quedado con él en persona. Esta cifra se ha reducido en comparación al año 2004, en el que el 85 por ciento de ellas sí tuvieron contacto real con los traficantes.
Fuente: Mientras tanto en México