Por Darset Rivero, Cancún.- En entrevista con Antonio Fonseca León, Director de Protección Civil, nos habló al respecto de lo importante que es seguir las indicaciones correspondientes para que los habitantes estén prevenidos ante la emergencia de cualquier huracán,
Es importante hacer caso de las alertas de Protección Civil respecto a las evacuaciones.
Por su parte señala que antes de un huracán, es necesario asegurarse que las condiciones de los hogares sean seguras, proveerse de alimentos enlatados, tener a la mano un botiquín de primeros auxilios y adquirir envases para almacenar agua potable.
Además la familia debe tener un radio de baterías para darle seguimiento al fenómeno meteorológico, linternas, velas y cerillos, así como proteger documentos personales y de propiedad, dinero y objetos personales.
El director de Protección Civil, resalta que es importante hacer caso de las alertas de Protección Civil respecto a las evacuaciones.
En cuanto el huracán toque tierra es importante estar al pendiente de la trayectoria y la afectación en la región que va provocando el paso del fenómeno natural, a través de la información que emiten el Sinaproc y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Indicó que, de preferencia, se debe desconectar el switch de la luz, cerrar las llaves de gas y checar que no haya fugas.
Es importante recordar que si el ojo del huracán pasa sobre el poblado en el que se encuentra, habrá calma; sin embargo no se debe salir de casa o del refugio ya que los vientos cobran nuevamente fuerza y soplan en dirección contraria.
Después de que pase el fenómeno hidrometeorológico el regreso a la zona devastada se debe hacer hasta que las autoridades así lo indiquen.
Si hay heridos graves no deben moverse, no deben tocarse cables de luz que se encuentren en el piso y se debe tener cuidado con bardas y construcciones que puedan derrumbarse.
Para concluir Antonio Fonseca León, Director de Protección Civil, recordó que en México la temporada de huracanes es de mayo a noviembre y en promedio son 25 ciclones al año, de los cuales, regularmente, cuatro entran a territorio mexicano.