El Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) anunció a través de un comunicado que a tres días de que concluya la exposición de Guillermo del Toro, En casa con mis monstruos, en el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el balance es positivo. Se calcula que, después de 158 días, cerca de 200 mil personas habrán visitado la exhibición de más de 900 objetos que integran la muestra del cineasta tapatío y ganador del Oscar.
Estrella Araiza, directora del FICG expresó que, luego de que concluya la exposición, pretenden realizar algunas actividades relacionadas con los conciertos, ya que pretenden llevarlos a otros lugares con la finalidad de acercar a las personas que no pudieron ver la exposición, proyecto que podría concretarse el próximo año.
“Superamos las expectativas. Esperábamos cerca de 30 mil personas menos. Los menores de 30 años fueron quienes más visitaron la exposición, y eso está muy bien, porque prácticamente todo se hizo para ese grupo de edad”, declaró.
Recordó que Guillermo del Toro fue guía de recorridos de la muestra durante cinco días. En uno estuvo 12 horas, y los otros cuatro ofreció por lo menos dos recorridos cada día. Además de que realizaron cuatro visitas de grupos de más de 30 personas con discapacidad auditiva, y hubo dos horarios específicos al día para personas con discapacidad.
“Hasta el momento van 5 mil 252 recorridos. Los visitantes de los lunes gratuitos fueron 25 mil 200, y más de 200 personas involucradas en la exposición. En cuanto a visitantes foráneos detectados por medio de las compras de boletos por Internet, hasta la última semana de septiembre eran entre 25 mil y 30 mil, pero la cifra puede ser más alta, ya que había gente de fuera que compraba directamente su boleto en taquilla”, apuntó.
Dijo que esta exposición, visitada por personalidades nacionales e internacionales, deja para Guadalajara mucha inspiración, una ventana a la mente de Guillermo y es un gran regalo, por el hecho de que sólo se exhibirá en esta ciudad.
Se calcula que el desmontaje de la exposición lleve mes y medio, por la cantidad de piezas que regresarán a su lugar de origen.
“Tenemos unas piezas que se replicaron para la exposición, que nos vamos a quedar. Una de ellas es la mandrágora de la película de El laberinto del Fauno, los fetos de El espinazo del diablo y un par más. Otras piezas se van a donar a diferentes colecciones”, dijo. Otro de los planes, que dependerá del financiamiento, es hacer la exposición en realidad virtual, en 360, para la cual ya se tiene levantado el material, y la idea es poder llevarla a las cárceles.
FUENTE: Milenio