Durante una gira de supervisión del avance de obra del Tren Maya, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que Ingenieros Civiles y Asociados (ICA) fue la primera empresa en aceptar la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y llegar a un acuerdo con el gobierno federal.
“Yo quiero agradecerle a Guadalupe (Phillips Margain, directora general de empresas ICA) porque fue la primera en visitarme al día siguiente en que se había hecho la consulta y la gente había decidido que no se continuara con la construcción del aeropuerto en Texcoco porque no era conveniente, como está quedando demostrado», indicó.
“Al día siguiente está buscándome en la oficina Guadalupe; ellos tenían contratos en el aeropuerto de Texcoco y fue a verme para informarme que ellos se ajustaban y aceptaban el resultado de la consulta, y eso nos ayudó muchísimo. Fue la primera empresa que decidió participar para llegar a un acuerdo, a un arreglo, cancelar los acuerdos que se habían suscrito en el aeropuerto de Texcoco y facilitar que se resolviera el problema. Eso no se me va a olvidar. Todavía era yo presidente electo cuando sucedió este hecho importante. Por eso me da gusto que estén participando en este tramo y estoy seguro que van a cumplir en tiempo y forma, también con el presupuesto, sin ampliaciones, sin que cueste más”, expuso el mandatario desde Tinum, Yucatán.
ICA es la única firma a la que se le ha asignado de manera directa la construcción del tramo 4 del Tren Maya, bajo el argumento de que dicha empresa tiene en concesión la carretera Mérida-Cancún y la adjudicación directa de la obra era la solución más “razonable”, para evitar litigios a futuro, reveló en una entrevista previa Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
La obra del tramo 4 del Tren Maya incluirá además de los 520 kilómetros de vía férrea doble, otros 224 de carretera, pues se ampliarán dos carriles más para que la actual vía de comunicación Cancún-Mérida mantenga sus cuatro carriles y conviva con el Tren Maya cuando este entre en funcionamiento.
La obra incluirá además 6 entronques y 40 pasos peatonales y de fauna.
FUENTE: El Economista