¿Alguna vez has escuchado sobre la chirimoya o chirimoyo? Si apenas las estás descubriendo te contamos que es una fruta que pertenece a los árboles de la familia de las Anonáceas.
La palabra viene del quechua chiri, «frío, fría», muya, “semillas”, puesto que germina a elevadas altitudes.
Se plantea que este frutal ya se había extendido hacia el sur de México, América Central y la parte septentrional de América del Sur cuando lo conocieron los conquistadores en el siglo XVI.
Sin embargo, fue hasta el siglo XVIII cuando las semillas de la chirimoya llegaron a España y Portugal, desde donde pasaron a Italia, Egipto y Palestina y finalmente al resto del mundo.
Los españoles la denominaron «manjar blanco» cuando la descubrieron en América. Se cultiva en diferentes países con clima subtropical: Perú, España (en especial en la costa granadina), Chile, Bolivia, Ecuador, EU, Colombia, Sudáfrica e Israel.
El fruto de este arbol, las chirimoyas, tiene forma cónica, llega a medir de entre 10 a 20 centímetros de longitud y más de 10 centímetros de ancho y su peso promedio puede ser entre 150 y 500 gramos, con variedades que llegan a pesar 2.7 Kg o más.
Su piel puede ser suave, delgada o gruesa y cuyo color verde pálido y siempre está cubierta de escamas o protuberancias redondas. Su pulpa es blanca, jugosa y carnosa, con un agradable aroma y un delicioso sabor semiácido. Contiene numerosas semillas duras, brillantes, en forma de fríjol, de color café o negro y que miden de 1 a 2 centímetros de longitud.
A esta especie la Academia de Ciencias de Estados Unidos de América le ha prestado especial atención en sus publicaciones, Annona cherimola constituye parte de la flora natural en Centro América y América del Sur. Sus valores medicinales y nutricionales fueron explotados por indígenas antes del «descubrimiento» del Continente Americano por los europeos, donde este frutal ha sido preservado tradicionalmente; aunque aún existe desconocimiento para su cultivo en plantaciones comerciales.
Además, gracias a estos nutrientes, hoy te revelaremos algunos beneficios de consumir chirimoya:
1- Comer chirimoya favorece un funcionamiento de nuestro sistema nervioso central.
2- La chirimoya es un remedio natural para reducir o eliminar la retención de líquidos.
3- El consumo frecuente de chirimoya puede ayudar a ser un protector natural contra los parásitos.
4- La chirimoya es un regulador del sistema nervioso; esta fruta funciona como ansiolítico y tranquilizante, además, contiene un alcaloide que regula la segregación de químicos que ocasionan depresión.
5- El consumo de chirimoya brinda la sensación de saciedad, por lo que resulta una aliada si estás buscando bajar de peso, pero sin dejar de comer saludable y delicioso.
¿No sabes cómo disfrutar la chirimoya? En muchos lugares se come la pulpa con una cuchara, o bien, emplean la pulpa de estos frutos para la producción de jugos, batidos y helados. Así como en la elaboración de productos industriales alimenticios como jugos, yogurt, cremas y productos saborizantes.
FUENTE: Excelsior