Varias ciudades de los Países Bajos registraron violentos disturbios este lunes, por segunda noche consecutiva, tras la imposición por el Gobierno de un toque de queda para luchar contra la pandemia de Covid-19.
Según medios de prensa, la policía antidisturbios se enfrentó con manifestantes en Róterdam, Eindhoven y La Haya, donde se apedrearon comercios, se cometieron saqueos, hubo pequeños incendios y se lanzaron objetos contundentes a los gendarmes.
En estos lugares los incidentes han sido tan intensos que las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua, gases lacrimógenos y perros para dispersar a grupos de jóvenes opuestos al toque de queda. Fueron detenidas al menos 151 personas.
Het geweld in het afgelopen weekend is ontoelaatbaar en elk normaal mens kan daar alleen met afschuw kennis van nemen. Dit heeft niets te maken met protesteren of met strijden voor de vrijheid. Het is crimineel geweld en we zullen het ook als zodanig behandelen. pic.twitter.com/RFIBOnsxUU
— Mark Rutte (@MinPres) January 25, 2021
También se produjeron amotinamientos en las ciudades de Harlem, Geleen, Bolduque, Helmond, Zwolle, Almelo, Breda y Tilburgo, pero fueron controlados más rápido.
El toque de queda comenzó a aplicarse el fin de semana pasado y se extenderá al menos hasta el 9 de febrero. Rige desde las 21H00 hasta las 04H30 hora local, cada noche.
De acuerdo con la policía, los grupos de manifestantes se han movilizado a través de las redes sociales a partir de considerar la restricción de movimiento como antidemocrática e inaceptable.
Femke Halsema: "Ik begrijp dat mensen de behoefte hebben om hun opvattingen te kunnen uitingen. Ik vind dat dat moet kunnen, maar het moet wel fatsoenlijk en binnen de regels die gelden." #Amsterdam #Op1 pic.twitter.com/YM2qUJczMA
— Op1 (@op1npo) January 25, 2021
No obstante, el líder de la izquierda verde, Jesse Klaver, responsabilizó el lunes al político derechista Geert Wilders y una fracción del Partido de la Libertad (extrema derecha) por incitar a la violencia mediante una declaración contra el toque de queda.
El primer ministro en funciones, Mark Rutte, ha catalogado estos hechos como “violencia criminal”. También los han condenado los alcaldes de varias ciudades, quienes creen que hay que manifestarse pero de manera adecuada, y ya anunciaron que podrían emitir medidas de emergencia para evitar nuevos incidentes.
FUENTE: TelesurTV