Por Darset Rivero, Cancún.- El Día de la Candelaria se remota a cuando el Niño Dios fue presentado por primera ocasión en el templo a los sacerdotes; en la tradición mexicana, es un momento para celebrar, pues se viste al Niño Dios con llamativos ropajes, pero además, también es motivo de reunión para las familias y amigos comiendo los tradicionales tamales.
Sin duda a los fieles devotas de esta tradición ni el semáforo naranja ni la Pandemia los detendrá para realizar sus tamales y conmemorar este día.
El mercado 23 nuevamente es el protagonista de esta tradición, y desde temprana hora se observó a personas comprando los ropajes para el Niño Dios, desde los más tradicionales como de bautizo, hasta algunos bastante exóticos de encaje, satín y lentejuelas, haciendo alusión a diversos santos católicos.
Los precios fluctúan entre los 100 a 400 pesos, dependiendo el material, diseño y tamaño.
Se complementan con coronas, canastas y sandalias doradas.
Por otra parte, el aroma de los deliciosos tamales estilo Ciudad de México o los tradicionales colados, torteados o de chipilin, se dejaban sentir en el ambiente.
Durante este día , familiares y amigos, tendrán un motivo más, para convivir y compartir esta tradición que aún sigue vigente.