El hombre únicamente daba un aventón a sus compañeros cuando fue detenido.
El vehículo tsuru de un humilde albañil de José María Morelos fue mandado al corralón por inspectores del Instituto de Movilidad de Quintana Roo, al confundirlo con un chofer de Uber, por lo que además le estaban cobrando una multa de casi 50 mil pesos para liberar su automóvil.
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Joel Ek Medina, el afectado, detalló que en realidad cumplía con su trabajo de llevar a sus compañeros albañiles a su centro de trabajo como todos los días, desde hace varios años.
Mencionó que ni siquiera ha tenido problemas con los taxistas locales por este hecho, pues no ofrece servicio público de transporte, sino particular hasta su propio lugar de empleo.
A pesar de explicar esta situación a los inspectores y de presentarle testigos que validan su versión, los trabajadores del Imoveqroo lo acusaron de otorgar un servicio sin concesión, por lo que le retiraron su vehículo además de aplicarle una multa exorbitante.
“El caso lo di a conocer a través de las redes sociales… Ayer me devolvieron mi único medio de transporte, y cancelaron la sanción que debía de pagar”.
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Sobre este caso, la legisladora Érika Castillo, presidenta de la Comisión Legislativa de Movilidad en el Congreso local, detalló que no es la primera vez que atiende un caso donde los inspectores del Imoveqroo retiraran los vehículos del ciudadano sin averiguar antes si están prestando un servicio de transporte ilegal, o es simplemente su fuente de trabajo.
“Tuvimos que presentar el caso de Joel Ek Medina ante el director del Instituto, Jorge Pérez Pérez, con todas las pruebas, para que liberaran la unidad de inmediato. Sin embargo, hacemos un llamado a sus inspectores a que apliquen un criterio sensible y humanista al momento de realizar su labor”.
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Detalló que si bien es importante regularizar el servicio de transporte, pues aún operan muchos transportistas piratas, también es cierto que existen ciudadanos como Joel que solo se realizan transportación de pasajeros o carga entre compañeros sin afectar a nadie, así como algunos empleados hoteleros en el norte de la entidad transportan a sus compañeros de trabajo, compartiendo gastos pero no cobrando por el servicio.
Fuente: novedades