Autoridades sanitarias habían dicho que los pacientes con Ómicron llegaban a presentar fiebre y escurrimiento nasal como primeros síntomas, sin embargo, los expertos aclararon que una de las primeras señales es el dolor de garganta.
Ciudad de México, 17 de enero (SinEmbargo).- La variante Ómicron del virus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19 está produciendo un crecimiento en los contagios debido a su alta transmisibilidad, por lo que especialistas estadounidenses del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dieron a conocer cuáles son los primeros síntomas que se presentan de esta cepa.
Anteriormente, autoridades sanitarias habían dicho que los pacientes con Ómicron llegaban a presentar fiebre y escurrimiento nasal como primeros síntomas, sin embargo, los expertos aclararon que una de las primeras señales es el dolor de garganta.
Por su parte, las autoridades de Salud en México agregaron a los síntomas: voz ronca y tos. Por ello, recomendaron que a la mínima molestia las personas se aíslen, para así evitar contagios.
Otros síntomas que se presentan con la variante Ómicron son: cansancio, dolor de cabeza, escurrimiento nasal y estornudos. Además, los CDC norteamericanos también recogen nuevos síntomas como sudoración nocturna, confusión mental y pérdida del apetito.
ÓMICRON NO SERÁ LA ÚLTIMA VARIANTE: OMS
En su último informe, el equipo técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargado de analizar las vacunas contra la COVID-19 vaticina que “se espera que prosiga la evolución del coronavirus SARS-CoV-2, y es improbable que Ómicron sea la última variante de preocupación”.
Hasta ahora, cinco evoluciones del coronavirus han sido categorizadas de esta forma, y bautizadas con las letras griegas Alfa (primero detectada en Reino Unido), Beta (Sudáfrica), Gamma (Brasil), Delta (India) y Ómicron (también en territorio sudafricano).
El informe sopesa la posibilidad de que la composición de las actuales vacunas contra la COVID-19 sea modificado para hacer frente a la variante Ómicron.
En este sentido, los expertos de la OMS sugieren la necesidad de que los científicos trabajen con la meta de lograr una vacuna “más sostenible y con visión a más largo plazo, que sea eficaz contra cualquier variante futura”.
Las actuales vacunas, según los estudios hasta ahora realizados, parecen perder eficacia ante la variante Ómicron a la hora de evitar COVID-19 sintomática, aunque siguen mostrándose válidas para prevenir formas graves de la enfermedad, como indica el hecho de que la actual ola, con cifras récord de contagios, no va acompañada de más muertes.
El grupo de expertos reiteró el llamado a un mayor acceso de las poblaciones a las vacunas contra la COVID-19, no sólo con el fin de reducir los casos graves de la enfermedad sino también para frenar la posibilidad de que aparezcan nuevas mutaciones.
Fuente: Sin Embargo