La corrupción que impera en el Departamento de Licitaciones en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), enturbia la transparencia con la que pretende trabajar su director general Zoé Robledo Aburto, y pone en entredicho la legalidad con la que se cumplen las convocatorias.
Este es el caso de la Licitación Pública Nacional Electrónica Núm. LA-050GYR019-E229-2021, para el “Servicio de recolección, transporte externo, lavado, planchado, doblado, emplayado o empaquetado y entrega de ropa limpia hospitalaria propiedad del IMSS en OOAD y UMAE”, que le fue otorgado a Grupo Riviera del Sureste, S.A. de C.V., con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, pero que opera en Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, y sin contar con una sola lavadora.
Como Quequi publicó, Grupo Riviera del Sureste, S.A. de C.V., cuyo único socio es Rigoberto Ramón Ramón, se adjudicó la licitación del IMSS para prestar el servicio de recolección, transporte externo, lavado, planchado, doblado, emplayado o empaquetado y entrega de ropa limpia hospitalaria propiedad del Seguro Social, pero violando uno de los principales lineamientos: contar con lavanderías propias que realicen el trabajo.
Después de que Rigoberto Ramón Ramón obtuvo la licitación del IMSS con la ayuda de Alfredo Hernández, el dueño de Grupo Riviera del Sureste, S.A. de C.V., subarrendó una lavandería en Cancún para que se encargara del lavado de la ropa hospitalaria de las clínicas del Seguro Social.
Sin embargo, la lavandería subarrendada no cumplió con los tiempos de entrega de la ropa hospitalaria limpia, debido al volumen de sábanas y batas que se debían lavar y planchar todos los días. Ante este fracaso y para no perder el millonario contrato firmado con el IMSS, Rigoberto Ramón subarrendó la lavandería Lavitex del Caribe, ubicada en la avenida Talleres, en la Supermanzana 90, manzana 55.
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Este negocio dedicado al lavado de sábanas y toallas de moteles cancunenses, así como a la manufactura de blancos y hasta a la impresión de serigrafía, asumió el compromiso de lavar las sábanas y batas -usadas por derechohabientes del IMSS internados en las clínicas- sin contar con las normas sanitarias que este trabajo requiere.
Hay que señalar que al dueño de Grupo Riviera del Sureste, S.A. de C.V., Rigoberto Ramón Ramón no le importa que la lavandería Lavitex del Caribe no cumplan con los requisitos que pide el IMSS, al sentirse intocable y tener asegurado un contrato anual por 49 millones 322 mil 366 pesos.
El millonario contrato obtenido ilegalmente, fue con la ayuda de Alfredo Hernández, quien estaría cobrando una “comisión” por apoyar a Rigoberto Ramón Ramón.
Lavitex incumple medidas sanitarias para lavanderías:
La lavandería Lavitex del Caribe de Cancún incumple con las normas sanitarias para el lavado de ropa hospitalaria; sin embargo, fue contratada por Grupo Riviera del Sureste S.A de C.V. logrando ganar la licitación para lavar ropa hospitalaria propiedad del IMSS.
Según la información proporcionada por el Gobierno Federal, para el manejo de ropa hospitalaria se requiere de una previa capacitación sobre las medidas de seguridad que se deben tomar para enfrentar la emergencia sanitaria por Covid-19 y evitar contagios, como el uso y retiro de equipo de protección personal, uso de mascarillas N95, protección ocular, guantes, gorro, botas, lavado frecuente de manos, aplicación de alcohol gel, entre otros.
Utilizar productos químicos como detergente, cloro y neutralizante. El proceso de lavado tiene que ser de una duración aproximada de hora y media, después se pasa al secado a una temperatura de entre 75° y 80°, con lo cual se garantiza obtener ropa limpia en condiciones de uso hospitalario.
Además, debido al incremento de uso de ropa de cama por los casos Covid es necesario contar con un área extra de 180 metros cuadrados para el manejo de esta cantidad de ropa hospitalaria.
Por lo que también deberá contar con un espacio específico para llevar a cabo el conteo y clasificado de la ropa, debiendo contar con alguna leyenda que indique que se lleva a cabo este tipo de actividad, así mismo debe de estar libre de basura y contar con los medios para trasladar ropa sucia.
Sin embargo, la lavandería que quedó a cargo del servicio de recolección, transporte externo, lavado, planchado, doblado, emplayado o empaquetado y entrega de ropa limpia hospitalaria propiedad del IMSS no cuenta con los requisitos básicos ni normas de higiene que se establecen para este giro de negocios para operar.
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Otra de las cuestiones es que la empresa Grupo Riviera del Sureste S.A de C.V. tiene su razón social en el estado de Chapas y no cuenta con oficinas ni lavanderías en Quintana Roo, lo que demuestra el fraude realizado en dicha licitación.
Fuente: quequi
