Cancún, Quintana Roo a 18 de abril del 2022: Una iniciativa para reformar la Ley Minera, que busca garantizar que la explotación de este recurso quede en manos del Estado, se discute hoy en el Congreso. El litio, considerado el petróleo del siglo XXI, será clave en la transición energética que impulsan varias potencias alrededor del mundo. Garantizar su control se ha vuelto una prioridad para los gobiernos que saben que tienen este mineral en sus territorios.
Los yacimientos de litio en México
Hoy hay solamente tres empresas realmente que han avanzado con sus proyectos de extracción: Bacanora Lithium, Organimax y One World Lithium. El resto son proyectos mineros sin actividad que están controlados principalmente por pequeñas empresas canadienses al borde de la quiebra. “Estas empresas dependen del proceso de especulación para generar recursos en las bolsas de valores de Canadá”, señala un informe elaborado por GeoComunes, REMA y MiningWatch Canadá.
El proyecto Bacanora en Sonora
El proyecto con mayor avance y el más mediatizado durante el último año es el de la empresa británica, anteriormente canadiense y hoy china, Bacanora Lithium. Este proyecto, ubicado en el municipio de Bacadehuachi, en la Sierra Madre Occidental en el estado de Sonora, ha sido reconocido por la revista especializada Mining Technology como “el proyecto minero de litio con mayores reservas probadas a nivel mundial con 243.8 millones de toneladas”.
En 2018, la compañía pronosticó una producción de 17,500 toneladas de carbonato de litio para 2020. El objetivo, sin embargo, sufrió retrasos y la estimación actual de la empresa es que la producción comenzará en 2023 y aumentará hasta 35,000 toneladas anuales. La compañía prevé invertir hasta 2,000 mdd más en los próximos 10 años.
La empresa tiene su sede principal en el Reino Unido y tiene una diversidad de inversores, el principal es Ganfeng Lithium, que el año pasado se convirtió en su accionista mayoritario y que proveerá al proyecto de equipo tecnológico para el diseño del proceso de producción en Sonora, ya que esta empresa tiene mucha experiencia en la extracción de litio tal como su comercialización.
Los proyectos de Organimax en Zacatecas y San Luis Potosí
Organimax Nutient Corp, anteriormente Alset Minerals Corp., es una empresa minera junior que se dedica principalmente a la especulación y a trabajos exploratorios. Organimax comercializa acciones en la Bolsa de Valores de Toronto, bolsa criticada por tener pocos controles y mecanismos de rendiciones de cuenta.
Organimax ha adquirido cinco concesiones en los límites entre los estados de Zacatecas y San Luis Potosí con una superficie total de 22,100 hectáreas. Pretende explotar 15 salares con métodos similares a los que se utilizan en Sudamérica de extracción de salmuera para extraer primero potasio (para fabricar fertilizantes orgánicos) y litio. Por el momento la empresa, que tiene apenas 2.5 millones de dólares en bienes y activos y que hasta antes de la pandemia había reportado pérdidas operativas todos los años, solo ha realizado análisis en tres de los 15 salares.
El proyecto de One World Lithium en Baja California
El tercer proyecto de extracción de litio en fase avanzada es del Salar del Diablo, Baja California, de la empresa canadiense One World Lithium, anteriormente One World Minerals. El proyecto pasó a manos de One World Lithium en 2017, como parte de la compra de la canadiense Lithium Investments Ltd. “Según el acuerdo de la adquisición -señala el informe de GeoComunes, REMA y MiningWatch Canadá- la empresa One World Lithium tiene 60% del proyecto de Salar del Diablo y el derecho de obtener el 90% del proyecto ya después de cumplir con varias fases de exploración”.
One World Lithium es una empresa minera junior canadiense que tiene 3.3 millones de dólares en bienes y activos, pero que tiene una deuda acumulada de 18 millones de dólares canadienses, lo cual, según los auditores de la empresa provoca “preocupación sobre la capacidad de la empresa para seguir trabajando”.
El proyecto está conformado por tres concesiones en una superficie total de 73,500 hectáreas (según la información de superficie de las concesiones mineras en trámite ) o 103,400 hectáreas (según lo que anuncia la empresa). Es un proyecto en salar con posibilidad de tener litio en la salmuera.
La empresa empezó con el programa de perforación de 12 pozos en mayo del2019. Sin embargo, suspendió el programa en junio del mismo año porque no llegó a ninguna muestra indicativa en cinco pozos. En septiembre de 2020, la empresa anunció un nuevo financiamiento de 1.5 millones de dólares canadienses para seguir con los trabajos de perforación en la parte sur del proyecto.
Concesiones en propiedad del Estado
Además de esas concesiones en manos de privados, hay cuatro asignaciones mineras en trámite a cargo del Servicio Geológico Mexicano (SGM) para realizar trabajos de exploración, como parte de la estrategia del gobierno mexicano de mantener control sobre esos yacimientos , que desde hace un par de años se empezaron a considerar “estratégicos”.
El litio mexicano: entre los intereses de Asia y de Estados Unidos
El énfasis que se le ha puesto sobre el control de este mineral ha provocado un proceso de especulación financiera, así como disputas por la obtención de fuentes de suministro entre Estados Unidos y Asia. Hoy China, y otros países asiáticos, dominan el mercado del litio.
Estados Unidos hoy es totalmente dependiente de los mercados externos para disponer de carbonato de litio y de litio industrializado. Aunque, hasta antes de la pandemia, el 90% de sus importaciones de litio provenían de Argentina y Chile, la cercanía con México podría convertir al país en un proveedor natural. El proyecto de Bacanora y del Salar del Diablo están ubicados a menos de 200 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Hasta ahora, no hay mucha claridad sobre qué pasará con el litio que se extraiga de los yacimientos ubicados en México. Solo hay un acuerdo existente con la empresa Hanwa para exportar el litio del proyecto Bacanora por 10 años hacía Japón, vía el puerto Guaymas, Sonora. El litio podría tener como destino final el mercado chino, pero también podría terminar en Estados Unidos, debido a los compromisos comerciales entre Hanwa y Tesla.
Además, el nuevo acuerdo comercial (T-MEC) firmado entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, señala que las baterías de litio son un componente “esencial” para la industria automotriz que opera en la región, y determina un plazo de tres años para alcanzar un 75% de contenido regional de litio para que estas baterías no paguen aranceles.
Estas medidas para incrementar el consumo de productos de litio extraído en la región, sumadas a que la producción mundial está actualmente concentrada en Australia, Sudamérica y Asia; ponen más presión sobre los yacimientos de este mineral ubicados en México y Canadá. La reforma a la Ley Minera que se discute en el Congreso podría sentar las bases sobre quién y cómo se usufructuará del litio que hay bajo suelo mexicano. El denominado oro blanco, cuya demanda explotará en la siguiente década.