Palco Quintanarroense
Hoteleros sin guía
Julio César Silva Cetina
La muerte de Roberto Cintrón deja a la hotelería quintanarroense sin el faro con el que ese importante sector se guiaba en los últimos años.
A pesar de que durante los últimos 30 años dirigió un hotel relativamente pequeño, de poca monta comparado con las grandes inversiones y el lujo que presumen muchos más, Cintrón se ganó un lugar como líder indiscutible de un sector, para cohesionarlo en torno al objetivo común, es decir, Cancún.
La industria hotelera está dominada por auténticos bucaneros que van a donde haya negocio, que explotan los recursos y luego se retiran. Que cada uno ve por sus propios intereses, que por llenar sus cuartos como sea pueda abaratarlos, venderlos como sea.
Sin embargo, gente como Roberto Cintrón, Gabriel Escalante Torres, Gustavo Arce Rodea, entre otros, lograron fijar un rumbo y hacer que esos bucaneros naveguen hacia el objetivo, sí de hacer negocio, pero también de proteger a la fuente de éste.
Así por ejemplo a fines de los 80 y principios de los 90 Escalante Torres promovió entre los hoteleros lo que llegó a denominarse como el “pacto de caballeros”, para que las tarifas hoteleras no bajaran más allá de un mínimo que se estableció.
El acuerdo se promovió desde la Asociación de Hoteles, debido a que al iniciar operaciones poco después del huracán “Gilberto”, Oasis empezó a ofrecer paquetes en grandes volúmenes y a bajos precios, lo que podía hacer porque a diferencia de las demás empresas hoteleras contaba con su propia agencia mayorista, sus tour operadores locales y una aerolínea.
Cintrón, Escalante y Arce, éstos dos ya retirados, fueron de los que encabezaron los esfuerzos por fijar un objetivo común por Cancún. Impulsaron instituciones como la Oficina de Visitantes y Convenciones, promovieron la creación de eventos como el Travel Mart de Cancún y fueron referentes en su industria.
Por eso, sobre todo Escalante y Cintrón, pero también Abelardo Vara Rivera han sido llamados en más de una ocasión para encabezar a los hoteleros, especialmente en tiempos de crisis, sobre todo de crisis organizacional. Han sido promotores de acuerdos, conciliadores, pragmáticos y visionarios. Por eso son líderes, por eso harán mucha falta.
¿Habrá alguien con un perfil que por lo menos se les acerque?
Platea
No se puede permitir que la imagen de los destinos turísticos decaiga. Su mantenimiento, más que un gasto es una inversión para garantizar que sigan siendo atractivos y cómodos para los visitantes, más ahora que la importante merma en los ingresos petroleros obliga a aumentar la captación por medio de otros rubros.
Eso lo saben bien el gobernador Roberto Borge Angulo y el alcalde de Solidaridad, Mauricio Góngora Escalante, quienes decidieron invertir capitales estatales y municipales, complementados con una aportación federal, en la renovación de la imagen de la Quinta Avenida de Playa del Carmen, donde se ubica la zona comercial más importante de la Riviera Maya.
La inversión, de casi $15 millones, abarca el tramo más antigüo de ese paseo turístico e implica no solo renovar la imagen, sino de dotarlo de algunas comodidades de las que actualmente carece, como son bancas.
Sin duda, se trata de una acción que abona y fortalece la vocación turística del Caribe Mexicano.