Luego de la detención y vinculación a proceso del líder de la red de explotación sexual infantil tras una diligencia ministerial en la colonia Flamboyanes de Chetumal, se reveló cómo manipulaban a las víctimas
Manipulando a mujeres con base en la filosofía de los “Cuatro Caminos”, Javier “N” de origen mexicano, pudo abusar de al menos seis menores de edad, a quienes además les tomaba fotografías de índole sexual, que comercializaba por Internet, por lo que ya fue vinculado a proceso y se encuentra recluido en la cárcel de Chetumal.
El hallazgo de la vivienda ubicada en la calle Venustiano Carranza, de la colonia Flamboyanes, ocurrió tras la denuncia de una de las víctimas; quien relató que en el interior se cometían abusos contra menores de edad y existía una posible red de pornografía infantil
La víctima señaló a Javier “N” como responsable de los ataques contra los menores; explicó que en la casa vivían varias personas, quienes no podían identificar que eran víctima de abusos, ya que esta persona las manipulaba.
El pasado 21 de junio, el Fiscal del Ministerio Público del Fuero Común obtuvo una orden de cateo que les permitió ingresar a la vivienda, donde se rescataron a los seis menores de edad y detuvieron a dos personas: Javier “N” y un extranjero originario de Noruega.
Como oportunamente publicó Por Esto!, dentro de la vivienda se encontraron 29 computadoras laptop, 15 tabletas, 19 celulares, 28 discos duros y 25 USB que contenían material pornográfico infantil, así como 200 mil pesos y otros objetos.
Sin embargo, cuando el Fiscal del Ministerio Público se entrevistó con las víctimas, éstas negaban ser víctimas de abusos cometidos, a pesar de contar con evidencia videograbada de los ataques del sujeto.
Lo anterior, concluyó la Fiscalía General del Estado (FGE Quintana Roo), ocurrió porque Javier “N”, mantenía manipuladas a las víctimas menores y mayores de edad, con base en una distorsión de la filosofía de los “Cuatro Caminos”, en la que vivían prácticamente aislados e incomunicados del resto de la población y tenían que realizar lo que su líder les ordenaba.
Entre las distorsiones de esta filosofía, que fue presentada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) como una secta, se incluían órdenes estrictas y castigos para quienes se negaban a cumplir con los mandatos del líder.
Debían portar una especie de uniformes de colegialas, que ellas mismas confeccionaban, y participar en encuentros sexuales que el líder acordaba con él o algunas otras personas
Todos los encuentros quedaban grabados o fotografiados presuntamente para ser comercializados a través de Internet.
La Fiscalía General de Quintana Roo pudo detectar en el pasaporte de Javier “N” constantes salidas de México hacia el extranjero; sin embargo, no se conoce si en los países que visitó existen sectas similares de abuso a menores o acudió a los mismos para comercializar el material que tenía.
La vivienda de la colonia Flamboyanes de Chetumal continúa bajo resguardo de la Fiscalía General del Estado y los menores reciben atención en el DIF.
FUENTE: POR ESTO!