Pandion haliaetus / ÁGUILA PESCADORA
Especie: Pandion haliaetus
Tamaño: 50 a 60 centímetros de alto
Dieta: Principalmente peces
Plumaje:Blanco con tonos marrones
Hábitat: Cerca de los manglares y área de playas
En la vida silvestre del Caribe mexicano se puede encontrar diversa fauna y una de las más atractivas a la vista es sin duda el águila pescadora (Pandion haliaetus), una especie de ave accipitriforme de la familia Pandionidae.
Se trata de un ave que por volar muy alto muchas veces es confundida con gavilanes. Mide entre 50 y 60 centímetros de alto y sus alas extendidas de punta a punta alcanzan hasta metro y medio.
La bióloga Yazlin Marrufo Novelo, asistente en el área de talleres y espacios científicos del Planetario de Cancún, relató que el águila es muy fácil de distinguir en el Caribe mexicano, porque no hay muchos tipos de águila en la zona y de su género es la única que se puede encontrar.
“Como lo dice su nombre es un águila pescadora, entonces vive próxima a donde puede encontrar su alimento. Es un ave que vive en ecosistemas costeros como lo son los manglares”, relató.
Su coloración es blanca con tonos marrones, los machos con tonalidades más claras y las hembras más oscuras; son aves que viven en la costa y que entre sus principales amenazas están el hombre y el cambio climático.
Esta especie no tiene depredadores, únicamente cuando otras aves o algunos reptiles atacan sus huevos en los nidos, aunque éstos suelen estar en zonas muy altas.
«El humano es el potencial depredador que tiene, por la cacería (aunque no es habitual en el Caribe mexicano) y el cambio climático, es algo que sí puede llegar a afectarla… viven siempre en zonas que tengan acceso a alimento, pececitos, principalmente los pescan entre el mar y áreas lagunares, zonas de manglar, un ecosistema también muy afectado por la urbanización y la fragmentación del hábitat”, agregó.
Hace apenas un año, en Holbox hubo varias denuncias contra personas que hacían vuelos de dron para visualizarlas, especialmente en sus nidos, lo que provocó varios accidentes, afectándolas físicamente, además de generar estrés severo en las hembras; pero afortunadamente tampoco es algo habitual.
En Quintana Roo se trata de un ave residente, es decir, que aquí habita durante todo el año, se reproduce y crece en el mismo sitio, pero puede hallarse en muchas partes del mundo y en algunas zonas es especie migratoria; se ven alteradas por el cambio climático.
Pese a las condiciones adversas que han enfrentado con la desaparición de mangle y el cambio climático, es afortunadamente una especie que se ha logrado adaptar a los cambios, se va reubicando y desplazando ante el crecimiento urbano y sigue presente en las costas de Quintana Roo.
Habitualmente se ubican en zonas cercanas a los manglares, pero también en zonas de playa, especialmente en puntos cercanos al arrecife, donde su alimento es más accesible, preferentemente peces, pero en caso de escasez podrían alimentarse de pequeños reptiles o pequeños mamíferos.
“La verdad es que sería difícil lograr un acercamiento tan próximo al águila, es raro verlas a nivel del suelo; siempre se van a mantener en vuelo, ya que es la forma en que buscan su alimentación, desde lo alto y exclusivamente descienden cuando encuentran a la presa; van en picada, bajan muy rápido, capturan al pez y se vuelven a las alturas. Si las llegamos a ver se debe mantener una distancia considerable, siempre respetar al organismo”, recomendó la bióloga.
El águila pescadora es una especie que se puede encontrar en muchas partes del mundo, un águila cosmopolita, bastante grande, que por lo tanto construye nidos también muy grandes, cómodos, lo más alto que puedan encontrar y que van reciclando, es decir, los utilizan cada año, solamente los van reparando y acondicionando.
“No sería raro que en alguna ocasión lleguen a anidar en alguna torre de electricidad, algún poste de luz, eso lo he observado, que llegan a anidar en postes elevados en la zona costera, encuentran puntos altos y hacen nidos muy bonitos y los reciclan, sólo les van haciendo algunas modificaciones, pero los rehúsan”, contó Marrufo Novelo.
Como parte de sus características físicas destacan los dedos de sus patas, que tienen gran extensión, con garras redondeadas y que junto con los búhos, son las únicas aves que tienen dedo exterior reversible, lo que les facilita tomar a sus presas con dos dedos por delante y dos por detrás, evitando que resbalen.
De acuerdo con Naturalista Mx, esta especie fue descrita en la obra Systema naturæ, de Carlos Linneo, como Falco haliætus y “el género Pandion, el único miembro de la familia Pandionidae, fue descrito por el zoólogo francés Marie Jules César Savigny en 1809 y toma el nombre del mítico rey griego, Pandion”.
Por tratarse de un ave pescadora, tiene la posibilidad de cerrar sus fosas nasales cuando están cazando, lo que evita la entrada de agua mientras realizan las inmersiones.
Como parte de su reproducción suelen poner entre dos y tres huevos, mismos que son incubados a lo largo de cinco semanas, tiempo en el que son cuidados por la hembra mientras el macho sigue de cacería, aportando la alimentación, para después tener a los polluelos, que en un periodo de entre mes y medio y dos meses ya pueden volar por su cuenta.
Entre 2020 y principios de 2021, especialmente en los meses de menor presencia de turistas en el Caribe Mexicano a causa del Covid-19, fue más fácil identificar a esta especie, debido a que se acercaba más a la orilla de las playas, ante la ausencia de bañistas y porque tenía mayor facilidad de hallar presas, peces que se acercaban más a las costas solitarias.
FUENTE: LA JORNADA MAYA