Derecho de réplica
Yolanda Montalvo
Que la buena reputación del fraccionamiento Residencial Cumbres es ensuciada por un par de vivales, que responden a los nombres de Eliseo Montero y Elizabeth Palma Martínez.
Estos corredores de bienes raíces sorprenden a personas de buena fe con propiedades que tienen muchos defectos en su construcción y que se niegan a reparar, provocando con ello un fraude que es castigado con sanciones penales y por su cuantía no les daría derecho a libertad bajo fianza.
La Profeco en Quintana Roo tiene ya registrados varios casos en los que este par ha incurrido en prácticas delictivas, dañando con ello la imagen del fraccionamientos de alta plusvalía.
Ahora sólo falta que se sienta “el muchacho chicho, de la película gacha”
Después del incremento al transporte público en Benito Juárez, aprobado por Paul Carrillo y al que sólo se resistieron tres concejales; del PRD, Nadia Santillán; del PAN, René Cicero, y de Movimiento Ciudadano, Antonio Cervera, ahora si hacen lo que debían realizar desde el inicio del asunto.
El origen de que los transportistas locales pudieran aumentar el precio del pasaje fue que durante la administración de Julián Ricalde, con una visión muy corta, se aprobó la reforma de los artículos 113, 114 y 118 Bis del Reglamento para la Prestación del Servicio Público de Transporte Urbano de Pasajeros en Autobuses de Ruta Establecida en Benito Juárez.
En éstos se estableció la actualización del precio de dicho medio de transporte, cuando el porcentaje acumulado del Índice Nacional de Precios al Consumidor excediera el 4 por ciento.
Por lo que Autocar, Turicún y la Cooperativa Bonfil argumentaron que el índice nacional de precios al consumidor aumentó 4.22 por ciento entre septiembre de 2013 y el mismo mes de 2014 aumentó 4.22 por ciento, por lo que exigieron que el costo del viaje se incrementará, a lo que de manera inicial y a sabiendas de que los transportistas no se quedarían con los brazos cruzados, Paul Carrillo y su Comisión de Transporte Público se negaron, sólo para hacerla de suspenso.
Empero, el camino no era negarse, ya que la máxima instancia judicial de la entidad pidió la revisión de la negativa inicial, a lo que Paul Carrillo dobló las manitas sin ninguna resistencia.
El cabildo tiene el poder de aprobar o derogar artículos y reglamentos completos si esto no conviene a la ciudad, así quedo demostrado cuando echaron atrás el ventajoso Plan de Desarrollo Urbano, aprobado también con prisas y en lo oscurito por la otrora administración.
Ahora, después de aprobado el incremento en el precio del pasaje, Paul Carrillo y el resto del cabildo se fajan los pantalones y aprobaron por unanimidad revocar acuerdos y reformas específicas que permitían incrementos sucesivos en las tarifas, acción que debió realizarse desde la entrada del munícipe a la administración. Los ciudadanos lo contrataron para eso, para cuidar los intereses de los pobladores de este polo turístico, no para que reaccione “lento”, para favorecer a intereses particulares.
No vaya a querer Carrillo de Cáceres que los ciudadanos aplaudan esta acción que llega tardía o quiera pensar que con esto se le olvida a los votantes quien se hace guaje a la hora de sacar la cara por los intereses de la población, electores que ya no son como antes y que le pasarán la factura a todo político que quiera sorprenderlos.