Diariamente, una persona común expulsa alrededor de 15 pedillos, sacando así entre 0.5 a 1.5 kg de gas de su cuerpo.
Las flatulencias, también llamadas “pedos”, o gases intestinales, están formadas por, obviamente, ¡gases!
Estos gases son, entre otros, metano, hidrogeno de carbono, oxigeno y sulfuro de hidrogeno, de acuerdo al Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (Universum).
Cuando comemos, no sólo tragamos comida. También ingerimos aire, el cuál contiene gases como el nitrógeno y el oxígeno, compuestos que hacen que las flatulencias sean inflamables.
Mientras digerimos la comida, una pequeña cantidad de estos gases viaja por el aparato digestivo. Otros gases, como el hidrógeno, el dióxido de carbono (el que hace las burbujas de las sodas) y el metano se forman cuando los alimentos se descomponen en el intestino grueso. Todos estos gases en el aparato digestivo tienen que “escapar” de alguna manera, ¡como pedos!
Toda la gente en algún momento se ha tirado un pedo, sea que viva en Francia, las islas Fiyi o Coyoacán. El gas intestinal es algo completamente normal, y es muy raro que los gases sean una señal de que algo en tu cuerpo no está bien, señala Kids Health.
Diariamente, una persona común expulsa alrededor de 15 pedillos, sacando así entre 0.5 a 1.5 kilogramos de gas de su cuerpo.
¿Cómo hacer para no tener tantos gases?
Si deseas no tener tantos gases, trata de comer menos alimentos como los frijoles, las cebollas y evitar las comidas fritas. Estos alimentos pueden liberar grandes cantidades de gases al descomponerse en tu cuerpo.
Asimismo, es posible que algunos cuerpos le resulte difícil digerir una azúcar natural llamada lactosa, la cuál se encuentra en los productos lácteos, intolerancia que también produce gases.
FUENTE: EL FINANCIERO