Un mal hábito que te podría matar si continúas haciéndolo.
Si eres de las personas que al abrir una lata de chiles jalapeños, elotes o cualquier alimento enlatado, los metes al refrigerador dentro de la misma lata para comerlos después, esta información puede ser de tu interés, pues es un mal hábito que te podría matar.
Así es, esta mala costumbre que muchos optan tomar porque es la más rápida, la más cómoda o la más sencilla, representa un riesgo que atenta contra la vida de quienes los realizan, pues de acuerdo con la bioquímica clínica, Amayrani Jacinto, es un “ambiente” ideal para procrear bacterias.
Todos los alimentos enlatados son sometidos a un proceso térmico que se encarga de destruir la mayor cantidad posible de microorganismos y de inactivar enzimas…. Pero todo esto se pierde en el preciso momento en el que abrimos la lata, pues se pierde este sello hermético que le da la capacidad esterilizadora y es ahí cuando aparecen las bacterias”, dijo.
Dentro de la gama de especies bacterianas que pueden aparecer en las latas, las que representan un mayor riesgo de contaminación en los alimentos y que su consumo puede ocasionar una intoxicación son la Clostridium botulinum y Clostridium perfringens.
“Ambas bacterias son extremadamente sensibles al calor y quedan inactivas al estar en contacto con una temperatura superar los 80ºC; sin embargo, durante mientras se encuentran activas, producen una neurotoxina que contamina los alimentos y que es capaz de sobrevivir a altas temperaturas”.
Un hábito que podría ser mortal
Señala que esta neurotoxina, al ser consumida por el ser humano, es capaz de desencadenar una enfermedad conocida como botulismo
“Se presenta como debilidad, cansancio, vómitos, mareo, visión borrosa, dificultad al hablar y dolores abdominales… en grandes cantidades puede ser mortal ya que puede generar parálisis estomacal e incluso parálisis respiratoria”.
Es por ello que como parte de las recomendaciones de la especialista, es necesario que una vez abierta la lata, se debe vaciar el producto en un recipiente limpio el cual puede ser de plástico o cristal para almacenarlo dentro del refrigerador.
“Una vez abiertos, los alimentos enlatados se pueden almacenar en otro envase en el refrigerador durante tres o cuatro días… Es recomendable conservarlos con su caldo o líquido original, que deberemos traspasar al nuevo envase. Hay quienes lo tiran por el lavabo, pero es preferible incluirlo en el nuevo envase”.
FUENTE: LA VERDAD NOTICIAS