Aunque 13 gasolineras del municipio fueron detectadas por personal de la Procuraduría de Defensa del Consumidor (Profeco) con irregularidades en sus bombas, todavía trabajan impunemente, sin verse afectados por la mala prestación del servicio.
Lo anterior, debido a que el procedimiento está diseñado de forma tal que es fácil burlar la vigilancia este organismo, ya que supervisores de la Ciudad de México son los únicos autorizados para realizar estas verificaciones, quienes regresan a la capital del país, por lo que el seguimiento lo debe realizar la delegación en Cancún, que cuenta con poco personal.
“Los inspectores cuando vienen ni siquiera nos avisan. Nos enteramos cuando publican en la página web las estaciones gaseras y gasolineras que tienen problemas. Después, llegan los concesionarios a dar pruebas que ya están corrigiendo las fallas y las enviamos a la Ciudad de México. El proceso tarda varias semanas hasta que nos dan la orden de quitar los sellos”, explicó Jazmín Gárnica Ortiz, encargada de despacho.
¿Y LOS SELLOS?
Pese a los dichos anteriores, lo cierto es que muchas estaciones que supuestamente tienen bombas inmovilizadas operan con toda tranquilidad, al parecer sin tener que pasar por este proceso de seguimiento.
Así, la gasolinera de “Residencial Caribe 2000”, ubicada en la Supermanzana 36, debería tener 22 instrumentos inmovilizados, de acuerdo a la información de la Profeco nacional. Sin embargo, continúa operando y su procedimiento sigue vigente.
Otra estación es “Multiservicios Petrolíferos de Cancún”, situada camino a Rancho Viejo, que fue clausurada desde fines del 2014 por despachar litros incompletos.
La lista es larga. La tercera gasolinera en estafar con la venta de combustible es “Petrolíferos del Caribe”, situada en la avenida José López Portillo en Puerto Juárez, que deberían tener ocho instrumentos sin operar. También en esa misma avenida, se encuentra “Multiservicio Penínsular” con nueve instrumentos inmovilizados.
Mención aparte merece “Gas Marine”, que está en el kilómetro 15.5 de la Zona Hotelera, que de forma tajante se negó a ser verificada por los inspectores de Profeco, en una visita realizada en noviembre del 2014.
(Fuente Quequi)