Redacción Macronews por: Mateo Cervera.- De igual manera a otros tipos de contaminación, la auditiva posee la característica de impactar de forma negativa y seria en la salud de los animales y las personas. Con la OMS calificandola en el tercer puesto de contaminación de mayor riesgo a humanos, después de la del aire y agua. Asimismo, la Ciudad de México está en la mira porque a pesar de sus severas normativas, la ciudad está en constante ataque de esta polución.
¿Puedes imaginar lo siguiente? Sales de tu casa y te encuentras atento a un silbido: se trata de un señor vendiendo camotes. Piensas pedir uno y cuando vas a cruzar la calle escuchas un bocinazo seguido de una campanilla. Una bicicleta casi es atropellada por un taxi. Está bien, te distrajiste, pero cuando piensas en dar la vuelta eres recibido con ladridos de perros junto al forcejeo de los mismos con una reja; otros dos claxon; el resonar de las bocinas de un camión; un avión pasa por el cielo y sus turbinas retumban; charlas indistintas; vas de camino a la comida que era tu principal meta, pero los camotes ya se fueron. Y el sonido no.
Si vives en la Ciudad de México; alguna megalópolis; e inclusive en una ciudad pequeña, no te será tan difícil relacionarte con el párrafo anterior, ya que es la realidad y decepción de muchas personas alrededor del mundo. Personas que sufren de un tipo de la nociva contaminación auditiva (o también conocida como sonora o acústica). Un agresor que se hace presente con mayor frecuencia y causando daños apreciables.
La ansiedad nuclear: consecuencia de un problema latente y olvidado
Explicación detallado de la contaminación sonora y síntomas
En 2005 fue cuando la Organización Mundial de la Salud (por sus siglas OMS) destacó que el peligro ambiental número uno en los países industrializados es la contaminación sonora.
Es evidente que esta problemática no se puede, ni debe ignorar. No obstante, para su regularización, parece hacer falta mucho, no solo por ser todavía una sombra al conocimiento público, también porque el aumento de población es cobijado con el de la contaminación, de todo tipo.Un culpable del fallecimiento de 12,000 europeos al años, y en el mismo continente, encontrando casi 50,000 casos más con cardiopatía isquémica.
De acuerdo con la Secretaría de Protección Civil de México, también se ven comprometidas algunas funciones físicas y psicológicas como lo son la agudeza de visión; constantes dolores de cabeza y por lo mismo se dan el estrés, mala memori y falta de atención; tensión muscular; dificultades para dormir; y silbido en los oídos. De igual forma, la SPC señala que ser partícipe de la contaminación sonora se castiga con unas multas considerables o hasta 24 horas de prisión.
Estas situaciones no serían posibles si el ruido no se ve superado por los 75 decibelios cuando los indicios de daños empiezan a hacerse ver, y de 120 decibelios, cuando textualmente se vuelve doloroso.
Cancún, un ejemplo de contaminación auditiva
Ciudadanos de Cancún, un municipio de Quintana Roo que se encuentra en desarrollo desde los últimos 50 años, ha presentado algunos de los síntomas que se pueden dar en una entorno que tenga esta cualidad nociva. Desafortunadamente, a pesar de que los ciudadanos tengan conocimiento de estar en un ambiente contaminado por ruidos fuertes y molestos, la mayoría no tienen claro que daño viene consigo.
Al entrevistar a una cantidad moderada de 30 cancunenses con variedad de edades pero centrándose en los que utilizan algun vehiculo de transporte a diario, se ha encontrado que las señales de una alteración a su salud por la contaminación acústica están presentes día con día. Quejándose del volumen que algunos locales u otras unidades automotrices deciden utilizar; bocinazos de autos yendo de un lado a otro; un hervidero de charlas en calles apretadas; plazas redoblando bullicio de sonidos; y carreteras que nunca están ausentes de contenido.
Claro, la ciudad de Cancún no es un espacio monstruosamente enorme como lo es la CDMX, pero los daños son visibles. El estrés abruma a sus habitantes, que viven fastidiados con sonidos vociferándoles con permanencia al instante de recurrir a las calles. Ahora, ¿que pasa con la ciudad mas grande de la Republica Mexicana y de toda latinoamerica?
CIudad de México bajo asedio acústico
No hay que subestimar el ruido que, 8.855 millones (2015), de personas pueden causar. Al día. En una ciudad. La antigua Tenochtitlan posee esa cantidad, y por ende, necesita lugares que complazcan a las necesidades y gustos de cada uno de ellos. Ahora, a pesar de no llegar al punto del sangrado de oídos, la capital de México se posiciona como una de las ciudades con mayor contaminación sonora de todas.
Es la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) la encargada junto a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, atender el cumplimiento de estas normas. En compañía de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, encargada de medir los decibelios de la megaurbe, ha encontrado que esta ciudad supera el reglamento de las leyes ambientales donde está conciso prohibir la intensificación de 65 decibeles durante el día y 62 al llegar la noche.
Y siguiendo las palabras, no mejor dichas, de la profesora e investigadora del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Jimena de Gortari, quien determina que:
Una ciudad caótica, confusa [Ciudad de México], en la que los componentes sonoros nunca se extinguen por completo.
Los obstáculos para una resolución plena de, no solo la contaminación acústica, también de la atmosférica, son consistentes y difíciles. La contaminación por los ruidos que las ciudades propician van en aumento, y si bien las personas no desconocen del todo la situación, no se encuentran hablando en su mayoría de ello.
Pero ahí está la solución. Si queremos evitar que cualquier contaminación siga su curso, no creo que debamos dejar de señalarla hasta que se resuelva. Y en un peligro casi invisible como lo es la contaminación sonora, primero se debe transformar en un tema de discusión, paralelo a la caza de rinocerontes o la quema del amazonas, y solo así, es posible que ese impacto se reduzca.