La oposición está deshecha en todo el país y en Quintana Roo es más notorio el desastre, donde su representación es simbólica. La victoria contundente en los tres distritos electorales no solo confirma lo anterior, también refleja que la proyección de la alianza entre el PRI y el Verde es de larga vida.
Con este panorama no es absurdo pronosticar que los comicios de 2016 serán “pan comido” para los aliados. Quien sea el candidato emanado por consenso ostentará esta tremenda ventaja, la cual deberá capitalizar con el correr de los meses, en tanto los otros intentan recuperarse del presente fracaso.
Si el independiente Andrés Ruíz Morcillo no prendió, el efecto “Peje” no le alcanzó a Morena para asustar, ni se reivindicó la victoria en el 03 en manos de la perredista Graciela Saldaña Fraire, no hay indicios de que las sorpresas o los supuestos atractivos pueden descolocar la estrategia del oficialismo.
Para ser justos, el triunfo no solo obedece a dicha descomposición, sino al desempeño de los gobiernos municipales y del Estado, sobre todo en asuntos de interés para el ciudadano, como empleo, seguridad, infraestructura o servicios públicos. Incluso, las autoridades no presumieron ciertos logros durante el proceso para evitar una mala interpretación.
Por ejemplo, durante la veda se supo que la desocupación laboral cayó a 3.6 por ciento, colocándose como una de las cifras más bajas de los últimos años y entre las mejores del país, informó la Secretaría del Trabajo de Patricio de la Peña Ruíz de Chávez. El porcentaje mínimo histórico de la presente administración fue en mayo de 2012 con 3.56%, lo cual significa que hay generación, estabilidad y formalidad laborales.
Aunado a ello, el lunes se anunció la actividad “Un día por el empleo” en Benito Juárez, programada para el 18 de junio, cuando se ofrecerán cientos de vacantes en una época en la que otrora había despidos, vacaciones forzadas o recorte de personal en diversos sectores.
El martes, el gobernador Roberto Borge Angulo y el presidente de Benito Juárez, Paul Carrillo de Cáceres, entregaron vehículos a la Secretaría de Seguridad Pública municipal, además de anunciar la creación de un cuerpo policial rural en el sur de Quintana Roo, con lo cual se atiende una petición recurrente: más seguridad.
En los próximos días serán inauguradas obras públicas emblemáticas de las administraciones, demostrando con ello que no suspendieron tareas durante el desarrollo del proceso y que estas no estuvieron supeditadas a los resultados electorales, como desinformaron los perdedores, en un claro intento por desacreditar los beneficios dirigidos para todos. Basta circular por el Boulevard Luis Donaldo Colosio de Cancún para percatarse de que el Auditorio del Bienestar está listo para ser inaugurado.
En Solidaridad, la cabecera del Distrito 01 donde José Luis Toledo arrasó, la gente agradeció con el voto a las gestiones del presidente Mauricio Góngora Escalante, coordinador de sus homólogos ante instancias nacionales y uno de los mejor parados para el 2016. Ni asomo del “voto castigo” visto en otras entidades.
En el Distrito 02 cuya cabecera es Othón P. Blanco, Arlet Mólgora Glover aventajó cuando el habitante comparó las administraciones de Eduardo Espinosa Abuxapqui y las anteriores. Tanto Ruiz Morcillo como Villanueva Tenorio representaron a otros partidos, fiel reflejo de que no encajaron en los proyectos triunfadores. Abuxapqui se supo alinear y hoy goza de suficiente confianza.
En el Distrito 03, Remberto Estrada Barba salió victorioso por una operación efectiva entre el PRI y el Verde, representada en el Ayuntamiento en la mancuerna del presidente Paul Carrillo y su secretario José de la Peña.
Entonces, claro está que los resultados favorables para la alianza no se deben al caos en la oposición, a presuntas triquiñuelas, al abstencionismo o a los movimientos contra el sufragio efectivo. En el oficialismo predomina una estrategia bien diseñada que en cada elección se perfecciona.