Arturo Sánchez Jiménez y Emir Olivares
Las imponentes esculturas de rostros del Templo de los Mascarones de Kohunlich, que se han convertido en símbolos emblemáticos de los mayas del sur de Quintana Roo, se encuentran amenazados por las condiciones del intemperismo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
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Ante el riesgo, se trabaja de manera sistemática para su conservación, con apoyo en una minuciosa labor de investigación, con utilización de avanzadas herramientas tecnológicas para entender los factores que ocasionan su deterioro y definir criterios y mecanismos para su estabilización, según se informó este jueves en la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El director del INAH, Diego Prieto, presentó en Palacio Nacional un video en el que se describe el riesgo que corren las esculturas del Templo de los Mascarones, que originalmente eran ocho, de las cuales sólo cinco han resistido el paso del tiempo.
También se dio cuenta de las labores que se hacen para su resguardo y preservación en el contexto del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, emprendido en paralelo a los trabajos del Tren Maya.
El INAH anunció que como parte de las obras en Kohunlich se abrirán al público tres nuevas áreas monumentales de la zona arqueológica y se trabaja en la habilitación de mil 359 metros de lineales de senderos interpretativos, con 153 cédulas interpretativas, lo que habrá de favorecer una mejor comprensión y disfrute de las bellezas y testimonio de esta ciudad maya ancestral.
Se desconoce el nombre original del asentamiento. El nombre de Kohunlich proviene del inglés cohoon ridge (lomerío de corozos), que se refiere a la existencia de palmas de corozo, especie característica del área del Petén.
En 1912, el sitio fue visitado por primera vez por el arqueólogo norteamericano Raymond Merwin, cuando el lugar era conocido con el nombre de Clarksville, en alusión al campamento maderero que se encontraba tres kilómetros al norte del área monumental de Kohunlich.
Prieto señaló que al 11 de enero, como parte de los trabajos arqueológicos que se realizan en la ruta del Tren Maya, se han registrado y preservado 54 mil 340 elementos inmuebles, un millón 420 mil 174 fragmentos de cerámica, mil 956 bienes muebles, de los que mil 483 se encuentran en proceso de restauración para su exhibición en museos y su resguardo.
También se han localizado y protegido 699 restos humanos y 2 mil 252 rasgos naturales.
En el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas se contemplan ocho nuevos museos, el Espacio Cultural Ateneo Peninsular, diez centros de atención a visitantes y 29 zonas arqueológicas.
López Obrador dijo que se trata de “trabajos muy importantes, trascendentes, del rescate de nuestra memoria y de las zonas arqueológicas del país y de manera especial de la nación maya. Es realmente un trabajo importantísimo, de mucha trascendencia cultural, histórica, social, es lo que nos da nuestra identidad”.
“La recuperación de la memoria, la profundidad histórica, el devenir y la resistencia de nuestros pueblos originarios también es una tarea estratégica que coadyuva a fortalecer la identidad y construir soberanía”, añadió Diego Prieto.
FUENTE: LA JORNADA MAYA