En una muestra recurrente de la calidad de las obras públicas y la gestión municipal, el Ayuntamiento de Benito Juárez vuelve a estar en el ojo público. En esta ocasión, las críticas se centran en los trabajos de bacheo realizados en la Región 230, específicamente en la calle 71 entre las avenidas Puerto Juárez (conocida como Talleres) y Leona Vicario.
Una cuadrilla de trabajadores municipales llevó a cabo la tarea utilizando herramientas convencionales como palas, escobas, carretillas y un camión con material. Sin embargo, la controversia surge al observar el método empleado para el relleno de los baches, ya que en lugar de utilizar materiales convencionales como chapopote o concreto, los trabajadores optaron por compactar la tierra con el paso de los neumáticos de los vehículos que circulaban por la avenida.
Esta estrategia ha suscitado inquietud entre la comunidad, que cuestiona la durabilidad y eficacia de los resultados obtenidos, una preocupación que ha persistido a lo largo de la actual administración municipal. Los residentes expresan su temor respecto a la sostenibilidad de este enfoque, considerando que la utilización de tierra sin tratamientos adicionales podría resultar insuficiente, especialmente con la llegada de las lluvias, poniendo en duda la efectividad a largo plazo de los esfuerzos realizados por la cuadrilla de trabajadores.
Esta situación contrasta con la realidad en otras zonas de la ciudad, como la avenida Nichupté, que, aunque se encontraba en buen estado, ha sido sometida a una intervención a paso lento. Las autoridades aplicaron una delgada capa de asfalto, dejando áreas realmente necesitadas de pavimentación en el olvido.
Los vecinos, conscientes del gasto generado por el pago de impuestos, instan a las autoridades a reconsiderar sus estrategias y a priorizar proyectos que garanticen la durabilidad y calidad de las obras, evitando soluciones temporales que generen escepticismo en la comunidad. La falta de transparencia en los procesos y la aparente falta de planificación a largo plazo alimentan la creciente preocupación ciudadana por la efectividad de las acciones municipales en el mantenimiento de las vialidades.