La clase media continúa encogiéndose y alcanzar ese estatus hoy ya no significa lo mismo que hace 50 años, a medida que el aumento del costo de vida y la inflación siguen causando estragos. Por la misma razón, algunos expertos creen que el poder adquisitivo de la clase media será incluso más bajo en un futuro cercano.
Desde ya, vemos cómo los pilares del “sueño americano” que anteriormente se alcanzaban a golpe de esfuerzo y actitud emprendedora, como ser propietario de una casa o de un vehículo nuevo, han pasado a convertirse en lujos inalcanzables para la mayoría.
Un análisis reciente de The Washington Post basado en datos de la Reserva Federal encontró que poco más de un tercio de los adultos en Estados Unidos tienen la estabilidad financiera necesaria para cumplir con lo que ellos mismos definen como “ser de clase media”. Esto sugiere que la imagen popular sobre la clase media “es más una aspiración que una realidad para la mayoría de los estadounidenses”.
Para determinar qué es la clase media, se utilizan a menudo las definiciones del centro de investigaciones Pew Research Center, que describió a este segmento como aquellos que ganan entre dos tercios y el doble del ingreso medio de un hogar estadounidense (US$ 74.580 en 2022). Eso significa que para ser de clase media se necesita un ingreso anual aproximado de entre US$ 50.000 y US$ 150.000. Pero, según la encuesta del Post, la mayoría de los estadounidenses consideran que la clase media en realidad comienza con ingresos un poco más altos, US$ 75.000.
La encuesta también halló que existen al menos seis rasgos que los estadounidenses asocian con la clase media: un trabajo estable, la capacidad de ahorrar para el futuro, permitirse un gasto de emergencia de US$ 1.000 sin incurrir en deudas, pagar préstamos en tiempo sin preocupaciones, tener seguro médico y jubilarse con comodidades. La mala noticia es que muchos de estos beneficios podrían ser imposibles de alcanzar en los próximos 5 años, según dijeron expertos a la plataforma de finanzas personales GoBankingRates.
Huff cree que dentro de muy poco podría resultar más difícil costear una casa, enviar a los niños a la universidad o ahorrar para la jubilación. “Incluso los placeres más simples, como las vacaciones o comprar cosas bonitas, pueden convertirse en un gran desafío”.
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Los viajes familiares, especialmente al extranjero y lugares exóticos, serán unos de esos privilegios que la clase media no podrá permitirse en el siguiente lustro, dijo David Kemmerer, el CEO de una compañía que asesora en materia de impuestos a los clientes en el negocio de las criptomonedas.
Viajar será especialmente difícil de costear para los jubilados, aseguró por su parte Mike Kojonen, propietario de Principal Preservation Services, una compañía enfocada en el asesoramiento financiero para jubilados. Ilustró con las presiones inflacionarias que afectan desde el costo de los pasajes aéreos hasta el alojamiento y las comidas.
“Este cambio podría llevar a los ajustes necesarios en la planificación de la jubilación, enfatizando la necesidad de construir una estrategia de ahorro más sólida para dar cabida a los mayores costos de ocio y viajes”, destacó Kojonen.
“Honestamente, tal como van las cosas, una hipoteca o la compra de una casa podrían ser algo que la clase media no podrá permitirse en cinco años”, dijo a GoBankingRates Carter Seuthe, CEO de la consultora de deudas y préstamos Credit Summit.
Especialmente en ciertas áreas de alta demanda, explicó, todavía es bastante difícil que se acepte una oferta por una casa, a menos que se haga una oferta muy por encima del precio solicitado, se renuncie a elementos clave de la inspección o se ofrezca en efectivo, por solo mencionar algunas condiciones desventajosas para el comprador.
Un automóvil nuevo también estará fuera del alcance de la clase media dentro de muy poco, opinó Melanie Musson, experta en finanzas de la plataforma que compara cotizaciones de seguro Clearsurance. “Los precios de los vehículos han aumentado dramáticamente en los últimos cuatro años y probablemente seguirán encareciendo”, dijo. “Las características de seguridad, la tecnología autónoma y las baterías de los vehículos eléctricos contribuyen al aumento de los precios”.
Un reportaje de The Wall Street Journal la semana pasada alertaba que, aunque la inflación estaba dando un respiro a los estadounidenses, “casi todo lo relacionado con tener un automóvil se ha vuelto más caro”. Entre seguros, impuestos, reparaciones, estacionamiento y peajes, el costo real de tener un vehículo sobrepasó en enero el índice de precios al consumidor.
Según Jake Hill, CEO de DebtHammer, una firma que ofrece servicios de corredor de préstamos, si la inflación y la alta demanda continúan su trayectoria actual, la clase media no podrá pagar la matrícula de una escuela privada en los próximos cinco años.
“Las tasas de matrícula de las escuelas privadas han estado aumentando constantemente durante años”, dijo y alertó que “es muy probable que superen los ingresos de la clase media en el futuro cercano”. Hill se basa en análisis del panorama completo de los gastos de una familia de clase media, incluidos los costos de vivienda en constante aumento.
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Otras áreas críticas a las que hay que prestar atención, según los expertos, son los costos de la atención médica, especialmente a largo plazo. “Estos gastos han aumentado constantemente, superando las tasas de inflación general durante años, y no hay señales de que esta tendencia se revierta”, dijo Kojonen, quien cree que muchas familias de clase media pueden no encontrarse preparadas para la presión financiera del cuidado a largo plazo, ya sea para ellos mismos o para sus padres ancianos.
“Mi trabajo con clientes ha subrayado la importancia de integrar la planificación de la atención médica en una estrategia integral de jubilación”, explicó. “Sin una planificación adecuada, la asequibilidad de los servicios de atención a largo plazo necesarios podría convertirse en un desafío importante, agotando potencialmente los ahorros para la jubilación prematuramente”.