El atractivo del tercer debate presidencial donde se esperaba un ‘cara a cara’ con preguntas directas entre las candidaturas, fue suavizado. La mesa de representantes acordó que para evitar descalificaciones, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez enviarán las preguntas que quieran hacerse entre sí pero será la moderación quien las lea.
A pesar de que el último debate presidencial era el más esperado porque tenía como atractivo ver a las candidaturas presidenciales hacerse preguntas directas y que las otras estuvieran forzadas a responder, esta tarde la mesa de representantes de las campañas presidenciales y la Comisión Temporal de Debates acordaron suavizarlo.
MILENIO confirmó que en la reunión privada, los representantes de Sheinbaum, Gálvez y Máynez aceptaron la propuesta de la Comisión de generar un blindaje para evitar descalificaciones u ofensas y centrarse en las propuestas y en respuestas formales.
Cuando la Comisión Temporal de Debates explicó la aprobación de los formatos, destacó que este tercer debate permitiría que las candidaturas hicieran un cruce de preguntas directas.
Sin embargo, esta tarde acordaron que las preguntas no serán realizadas directamente por las candidaturas sino por la moderación quien además, tendrá la decisión de elegir cuál de todas es la que seleccionará
De acuerdo con lo que propuso el área de Comunicación Social del INE y que fue aprobado por los tres representantes de las candidaturas presidenciales, tanto Sheinbaum Pardo como Gálvez Ruiz y Álvarez Máynez enviarán cinco preguntas que quieran que respondan sus contrincantes, por cada tema del último bloque: democracia, pluralismo y división de poderes.
Es decir, entregarán un paquete de 15 preguntas que el próximo miércoles, previo al debate se entregarán a las tres personas moderadoras, quienes elegirán una por cada candidatura y serán ellas quienes la lean a los demás.
En la reunión, la Comisión Temporal de Debates consideró que con esta dinámica “siguen estando las preguntas cruzadas” pero evitando que haya descalificaciones innecesarias al momento de plantearla y las candidaturas se centren en el fondo de la pregunta.
Con esta nueva dinámica quedará a consideración del moderador Javier Solórzano y de las moderadoras Luisa Cantú y Elena Arcila, cuál de las 15 preguntas enviadas por cada candidatura plantearán en el debate, y por lo tanto, sólo se podrá leer una de las preguntas de Claudia, Xóchitl y Máynez y sólo uno podrá participar en cada tema.
La escaleta aprobada incluye posibilidad de réplica para que la candidatura que haya realizado la pregunta pueda replicar e insistir a quien considere que no respondió como esperaba, o si pretendían hacer una pregunta más relevante en alguno de los temas de los que sus preguntas no fueron seleccionadas, también pueda hacerlo en su bolsa de tiempo.
Aunque la esencia del debate era escuchar las preguntas directas entre Claudia, Xóchitl y Máynez, ahora quedará en manos de las tres personas de la moderación el ritmo y la intensidad que le darán al último segmento del último debate presidencial.