En un procedimiento realizado en condiciones clínicas adversas, se realizó satisfactoriamente un trasplante en el Hospital General de Zona (HGZ) 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León.
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Edgar Damián, de 30 años, se presentó con un problema en el corazón, pues este funcionaba al 28 por ciento debido a la
insuficiencia renal que padecía desde hace cinco años, por lo que su madre decidió realizar el procedimiento de donación.
“Regalé mi riñón sin condiciones a mi hijo, fue como darle la vida otra vez. Es un regalo para él, que hoy cumple años y un regalo para mí por el 10 de mayo, mis lágrimas son de alegría”, expresó Margarita Sánchez, madre donadora.
El deterioro de Edgar Damián era severo, por lo que la señora Margarita, de inmediato, en una de las idas a la sala de urgencias no dudó en donar su riñón. “Yo hijo, yo te lo doy”, recordó entre lágrimas.
«En los últimos dos años, Edgar Damián se sometió al tratamiento de diálisis peritoneal por nueve horas, la retención de líquidos le causaba dificultades respiratorias, sufrió desgaste de huesos, anemia e insuficiencia cardiaca que lo mantenían sumergido en la tristeza y el desánimo, con un mal pronóstico para la vida”, comentó Norma Cecilia Ruíz Cruz, nefróloga de dicho hospital.
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El protocolo de donación, preservación y trasplante se llevó a cabo HGZ 3 del IMSS, en Aguascalientes, y concluyó en el HGZ 33 de Nuevo León.
Finalmente, el 30 de abril, se efectuaron las dos cirugías de manera simultánea. Se procuró el riñón de la madre, para luego colocarlo en el hijo.
“Debido a su condición cardiovascular, al paciente se le administró un medicamento para darle algo de fuerza y resistencia a su corazón durante la cirugía de procuración”, explicó Ruiz Cruz.
El riesgo al que se enfrentaban iba desde posibles arritmias, paros, pausas del corazón, entre otras complicaciones.
En el proceso estuvo el equipo multidisciplinario, integrado por especialistas en Anestesiología, Cirugía de trasplantes y Urología, apoyado por Enfermería quirúrgica. Se trabajó durante cuatro horas en el trasplante de riñón.
“Como equipo estamos creciendo, trasplante tras trasplante y casos como éste, tan complejo, que haya tenido hasta ahorita éxito, nos hace sentir muy bien a todos”, externó la nefróloga de trasplantes del Hospital 33 del Seguro Social.
La donadora y el receptor, han presentado una evolución favorable y pronto volverán a su hogar con nueva calidad y esperanza de vida.
“Yo les digo a mis hijos que si ellos son felices, yo soy feliz, pero si ellos sufren, yo sufro”, expresó la madre durante su convalecencia en la cama 626 del HGZ 33.
Fuente: Milenio
