Especialistas detectaron que nuestro cerebro tiene neuronas específicas que trabajan sólo para el concepto que tenemos de la actriz, igual que para cualquier otro concepto
El neurocientífico Rodrigo Quian Quiroga ha demostrado que detrás de la capacidad de abstracción del cerebro hay un tipo de neurona del hipocampo a la que ahora se le conoce popularmente como “la neurona de Jennifer Aniston”.
“Trabajando con esquizofrénicos encontramos que había una neurona concreta que respondía a la imagen de Jennifer Anniston, a cualquier imagen de ella. Y que existe una similar para cada personaje… Lo interesante es que esa neurona codifica abstracciones: responde a un personaje (y sólo a uno) sin importar cómo se lo mostremos. No responde a los detalles, le da igual si está de frente o de perfil porque responde al significado. Y no se ha encontrado de momento nada similar en ratas o en monos. Creo que demuestra que nuestro pensamiento está basado en abstracciones”, explica.
Todo comenzó mientras los especialistas operaban a pacientes que experimentaban ataques epilépticos, y estos les mostraron fotografías de celebridades como Jennifer Aniston. Los pacientes, que estaban completamente conscientes, a menudo tenían una activación neuronal particular, lo que sugiere que el cerebro tiene neuronas específicas de Aniston y de cualquier otro concepto.
Nuestras neuronas no responden a los detalles de cada concepto, sino a su significado
Ese es uno de los temas que el argentino abordará el próximo 13 de mayo en el conversatorio «Borges, la memoria y la inteligencia artificial: De Funes el memorioso a la neurona de Jennifer Aniston», que se llevará a cabo en La Casa Universitaria del Libro de la Ciudad de México, en el marco del Festival de Ciencia y Arte “El Aleph”.
Acerca de su hallazgo, el especialista abunda:
“Newton se dio cuenta de que la manzana, que cae de un árbol, y la Luna, que no se cae sino que gira siempre alrededor de la Tierra, se guían por un mismo principio, que es la ley de la gravedad. Esa fue la genialidad de Newton. Pero para poder llegar a esa ley física tuvo que abstraer: Si nos quedáramos pensando en que la manzana es roja, que tiene dos hojas o que la ha perforado un gusano, nos perdemos en detalles y no llegaríamos nunca a nada”.
Para Quian Quiroga, incluso podemos caer en el error de pensar que nuestro cerebro es lento reaccionando, pues como él mismo demostró, mientras el cerebro de un mono tarda 120 segundos en procesar un aplauso, los humanos tardamos el doble. Pero entonces matiza:
Somos más lentos que los monos porque procesamos más la información, porque no reaccionamos al estímulo en sí, sino al significado del estímulo
Rodrigo Quian Quiroga, Neurocientífico
Los antecedentes
Antes de que Quian Quiroga llegara a sus conclusiones, ya se hablaba en el mundo de la ciencia de una “célula abuela”, que sería una neurona hipotética que representa un concepto u objeto complejo pero específico y que se activaba cuando una persona pensaba en una entidad específica, como por ejemplo, abuela.
Fue en 2005 cuando el entonces neurocirujano de UCLA Itzhak Fried y su aprendiz Rodrigo Quian Quiroga publicaron sus hallazgos sobre este tema.
Esto sucede gracias a las llamadas “células selectivas de cara”, las cuales pueden entrenarse para mostrar una alta especificidad por objetos visuales arbitrarios, y parecerían cumplir con los requisitos de las células gnósticas o “abuela”, además de que, como han dicho los especialistas, hay evidencia de células en el hipocampo humano que tienen respuestas altamente selectivas a diferentes categorías de estímulos, incluidas respuestas altamente selectivas a rostros humanos individuales.
El conversatorio «Borges, la memoria y la inteligencia artificial: De Funes el memorioso a la neurona de Jennifer Aniston» se llevará a cabo en La Casa Universitaria del Libro, ubicada en Orizaba 24, colonia Roma Norte, en la Ciudad de México. La entrada es libre.
FUENTE: EL SOL DE MEXICO