Los maniquíes simuladores parpadean, se les dilatan las pupilas, se convulsionan, respiran y tienen secreciones de todo tipo
“Simón” es uno de los 56 pacientes robot que se encuentran internados en el Centro de Simulaciones Médicas de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Marista, en Mérida, Yucatán, el primer hospital virtual del sureste mexicano.
El propósito de estos maniquíes simuladores es la enseñanza de profesionales de la salud, quienes practican lo que aprendieron en la teoría para mejorar su desempeño, indicó el titular de dicho centro, Gregorio Cetina Sauri.
“Con estos simuladores el que gana es el paciente real, pues va a tener un médico con una habilidad ya practicada y eso le da una mayor seguridad en la atención”, dijo Cetina Sauri en una entrevista con la Agencia Informativa del Conacyt.
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Los simuladores se controlan mediante el programa de cómputo Laerdal Learning Application (LLEAP), con el cual se crean escenarios de simulación y formación, así como la gestión, ejecución, generación de informes y de comparaciones de escenarios.
Los pacientes robot presentan una gran variedad de signos vitales y clínicos, además de síntomas, con lo que pueden alcanzar cualidades humanas muy reales, destacó el especialista.
Tal es el caso de “Simón” que parpadea, se le dilatan las pupilas, se convulsiona, tiene respiración y secreciones de todo tipo, comentó la ingeniera biomédica del centro, Joenna Cambranis Romero.
Este maniquí también cuenta con un módulo de pierna amputada que sangra; también, se le puede auscultar el sistema cardiaco, pulmonar o digestivo y se le puede intubar.
Además de los simuladores de alta fidelidad como “Simón”, hay de media fidelidad, que aunque poseen menos sensores electrónicos y no tienen monitores integrados, cuentan con sonidos estabilizados para el tratamiento de heridas y pueden hablar mediante un MBox.
Existen los simuladores de baja fidelidad, que son completamente mecánicos y están destinados para alumnos de los primeros grados.
Estos simuladores se componen de modelos de tórax que sirven para la enseñanza de reanimación cardiopulmonar; brazos hechos a partir de materiales que simulan piel humana para la práctica de venopunción, cabezas para intubación de adultos, de infantes y neonatales. Así como modelos de niños, adultos y adultos obesos para la práctica de la maniobra de Heimlich.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) implementó en 2006 el primer Hospital Virtual del país y en días recientes, egresados del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un simulador virtual cirugías.
Fuente: 24 hrs