Campesinos de la zona limítrofe de Quintana Roo con Campeche, se unieron a la solicitud de sus homólogos campechanos para vigilar la implementación de plaguicidas prohibidos.
Javier Rodríguez Tun, de la comunidad de El Cedral, expresó que son más de 2 mil 400 hectáreas las afectadas por los agroquímicos aplicados en Hopelchén y las comunidades menonitas.
“Estudios científicos de instituciones como el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), comprobaron esta afectación no sólo a nuestras tierras, sino a la fauna polinizadora”,
Dijo que la información que les han expuesto es que estos y pueden tener efectos agudos y crónicos en la salud de las personas, dependiendo de la cantidad y la forma de exposición.
“Muchos de esos productos químicos han sido prohibidos para uso agrícola en los países desarrollados, por lo que tampoco deberían permitirse en México. Además, el Colegio de la Frontera Sur señaló que pueden permanecer durante años en el suelo y en el agua. Por eso exigimos que, junto con Campeche, en Quintana Roo se ponga un alto para eliminar la producción y el uso de contaminantes”,
declaró.
Añadió que los más de 800 productores afectados también temen por su salud y las de sus familias, pues los efectos adversos de estos plaguicidas pueden tener como resultado una intoxicación aguda o efectos a largo plazo en la salud que pueden incluir cáncer y efectos adversos sobre la reproducción.
“Ya solicitamos un estudio para verificar que a causa del avance del cultivo en la zona con pesticidas prohibidos, en nuestra región la gente sufre intoxicaciones y enfermedades graves”,
mencionó.