El ‘techo de cristal’ es una metáfora que describe el conjunto de barreras invisibles que impiden a las mujeres avanzar a posiciones de liderazgo dentro de empresas, organizaciones y esferas públicas como la política.
Este concepto hace referencia a las limitaciones no escritas que en ocasiones frenan el progreso de las mujeres, las cuales no están contempladas explícitamente en leyes o políticas, pero que resultan en obstáculos significativos para su desarrollo profesional.
De esta manera, la expresión ‘techo de cristal’ engloba limitaciones arraigadas en estereotipos y normas culturales que han sido perpetuados a lo largo del tiempo.
En el ámbito político donde han pasado 200 años de gobiernos encabezados por hombres en la historia del México independiente, el ‘techo de cristal’ se manifiesta a través de diversos obstáculos que afectan la carrera de las mujeres tales como:
Estructuras jerárquicas dominadas por normas masculinas: Las organizaciones públicas y privadas suelen seguir reglas y modelos que favorecen al hombre, asumiendo a éste como el prototipo de empleado ideal para posiciones directivas.
Selección para cargos de poder: Los puestos de liderazgo no siempre se asignan basados en méritos, capacidades y trayectorias, sino en redes de influencia que generalmente favorecen a los miembros hombres de una organización, tal como lo puede ser un partido político.
Estereotipos sobre capacidad de mando: Aún existe una percepción de que las mujeres carecen de la capacidad de liderazgo y autoridad necesarias para roles directivos o en este caso específico para encabezar un gobierno.
Para avanzar en la eliminación del ‘techo de cristal’, es crucial que todas las estructuras, entidades y organizaciones implementen iniciativas afirmativas que fomenten una sociedad más justa y equitativa, garantizando que el principio de equidad entre hombres y mujeres se traduzca en cambios reales y efectivos.
FUENTE: PUBLIMETRO