La fotografía de Aylan, otro ‘Guernica’ de Picasso
La muerte del niño sirio de tres años “resucita” la solidaridad en España; “Los refugiados éramos nosotros en 1936”; miles de mensajes en Twitter y Facebook comparan la mayor crisis que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial con la que vivieron los españoles durante la Guerra Civil…
Los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona y los de otro centenar pueblos de España, las Comunidades Autónomas, así como millones de ciudadanos están movilizándose en estas horas a favor de los refugiados, al margen de Mariano Rajoy, oriundo de la emigrante Galicia, reacio a abrir las puertas a quienes huyen del “Estado Islámico”, principalmente de Siria e Irak. Estamos ante la mayor crisis de refugiados que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El cadáver de Aylan Kurdi, el de su hermano Galib y el de su madre ya han llegado a la ciudad kurdo-siria de Kobane, donde el padre, Abdullah, los acaba de enterrar. Ha rechazado la oferta de Canadá de recibir asilo como refugiado, un asilo que el pasado junio le había sido denegado a la familia por las mismas autoridades de inmigración norteamericanas, lo que les llevó a iniciar su mortal travesía desde Bodrum.
La última encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) sobre el asunto refleja que el 77.8% de los españoles apoya la acogida de refugiados y el darles “protección integral”, con soluciones habitacionales y apoyo escolar, psicológico y burocrático a los refugiados en la capital.
La ONU ha alertado este viernes de que es necesario crear 200,000 plazas para reubicar a los refugiados que están llegando a Europa y de que el fracaso del continente en dar una respuesta común a la crisis sólo ha beneficiado a las redes de traficantes de personas. Solo entre el 1 de enero y el 1 de septiembre de 2015, al menos 351.314 personas han llegado a las costas europeas, principalmente a Grecia (234.778 personas) e Italia (114.276), seguidas muy de lejos por España (2.166) y Malta (94). Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 2.643 personas que intentaban llegar a Europa han perdido la vida en el Mediterráneo.
Según recoge Alicia Alted en “La voz de los vencidos: el exilio republicano de 1939”, unos 465.000 españoles huyeron del conflicto cruzando la frontera con Francia. Aunque muchos consiguieron regresar en la década de los 40, el exilio permanente causado por la Guerra Civil se estima en unas 220.000 personas. Hay muchas fotos compartidas en redes sociales como la que aparecen 106 inmigrantes ilegales llegando a Venezuela. Pasajeros de frágiles falúas subieron a “La Elvira” al sur de Fuerteventura, donde fueron interceptados por la Guardia Civil, que les ordenó que se detuvieran “en nombre de España”. “¡Que se entregue tu madre!”, les respondió una voz en la oscuridad. Un golpe de viento les ayudó a escapar.
El 1 de julio de 1940, Lázaro Cárdenas, presidente de México, afirmó que su país “estaba dispuesto a aceptar a todos los refugiados españoles que en ese momento había en Francia”, escribe el historiador británico Paul Preston. Además, informó al Gobierno francés de que “hasta que pudieran ultimarse las condiciones del transporte, todos los republicanos españoles estaban bajo la protección diplomática de México”. Esta iniciativa “ayudó a miles de republicanos hasta diciembre de 1942, cuando la ocupación alemana de la Francia de Vichy” llevó a que se interrumpieran las relaciones diplomáticas entre ambos países… La huida a México ya había comenzado en 1937, con los 463 niños que viajaron al país desde Burdeos a bordo del ‘Mexique’. El barco llegó a Veracruz el 7 de junio. Al día siguiente fueron recibidos por el presidente Cárdenas en la ciudad de México, de donde fueron a Morelia. Se calcula que llegaron entre 20.000 y 24.000 refugiados al país tras la guerra. También llegaron refugiados a Argentina, Chile, Cuba, la Unión Soviética, Estados Unidos, la República Dominicana. Murieron más de 5.000 españoles en los campos de concentración nazis.
Como el cuadro de Guernica de Pablo Picasso, que descansa en el Museo Reina Sofía, centro cultural de arte contemporáneo en Madrid, que vale más que millones de palabras, se ha producido esa fotografía del niño muerto en la orilla de una turística playa turca. Los países contaban con los dedos su capacidad de admisión de refugiados, y las estaciones y las costas se llenaban de seres sufrientes como los españoles que huían del horror de la Guerra Civil. Esta imagen es ya una metáfora del malestar del mundo.