El turismo desmedido, mal manejo de aguas residuales y el cambio climático han colocado a los arrecifes en Quintana Roo en un punto crítico que pone en riesgo el ecosistema por los próximos 10 años, y donde se necesitan medidas urgentes para tan solo detener el deterioro ya provocado por la actividad humana, dio a conocer Susana Enríquez Domínguez, investigadora titular de tiempo completo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por su parte, “Arrecifes Saludables para Gente Saludable” (HRI), iniciativa que conglomera más de 60 asociaciones de México, Estados Unidos, Guatemala, Belice y Honduras, señaló en su último informe, presentado en mayo pasado, que en Quintana Roo existen más de 18 puntos críticos en el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), el más alto del ecosistema, que abarca cuatro países y es el segundo más grande del mundo.
“En crecimiento desmedido de la población y el turismo, junto con el deficiente manejo de los residuos líquidos y sólidos, genera problemas serios de excesos de sedimentos orgánicos en los arrecifes, que provoca el desarrollo de algunas especies por sobre otras y rompen el equilibrio natural del ecosistema”, sentenció la profesora. A esto se suma que los efectos del cambio climático también juegan un papel muy importante en la desaparición de los corales.
PELIGRO DE DESAPARECER
De continuar con esta tendencia, los arrecifes tal y como los conocemos, están en riesgo de desaparecer en un plazo de cinco a 10 años, para dar paso a un ecosistema muy diferente y que cambiará todo el paisaje en la costa y el fondo del mar.
“Estamos hablando de un área que lleva muchos años con una transformación sin control y sin planificación y donde se ha podido crear una poderosa industria hotelera y la magnitud de esta transformación ha generado un impacto”, señaló la investigadora.
El arrecife es un patrimonio natural que tiene sus límites de tolerancia y el conjunto del crecimiento urbano desmedido, el turismo agresivo, y el manejo deficiente de residuos, ha generado que en la actualidad la zona se aproxime muy rápidamente a esos límites, lo que significa que si se rebasan estas condiciones, en un futuro cercano va a existir un ecosistema diferente.
“Se observará un paisaje con un agua más turbia, más café, donde los olores y la calidad ambiental ya no será interesante para los turistas que vienen, además el valor biológico está terriblemente amenazado en término de desaparición. Estamos ante algo serio que las autoridades y la población en general deben de tener conciencia de proteger este sistema”, advirtió.
(FUENTE: LA VERDAD)