25 cadáveres de morsas yacían en la costa de Alaska. Algunas eran morsas bebés. Otras no tenían colmillos.
¿Por qué? Eso es lo que las autoridades federales —incluyendo el fiscal local y agentes especiales de la Oficina de Pesca y Vida Salvaje encargados— están investigando.
La oficina de la fiscal Karen Loeffler detalló en un comunicado enviado el miércoles que las morsas fueron halladas cerca del cabo Lisburne, una localidad en el extremo noreste de Alaska en el océano Ártico, el 16 de septiembre. Las autoridades abrieron la investigación dos días después.
Matar a una morsa del Pacífico, en sí mismo, no es necesariamente ilegal en Alaska. Ellas son parte de la dieta de los nativos de Alaska que viven a lo largo de la costa y sus colmillos, huesos y pieles se utilizan a veces como parte de sus artesanías. Sus partes son también usadas en otras formas: sus pieles cubren marcos de barco de madera y sus colmillos son usados como puntas de arpón.
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Ahora, matanzas masivas son otra cosa —especialmente si los asesinos tratan de tomar los colmillos de las morsas para venderlos. Como los elefantes, los colmillos de estos animales contienen marfil que tiene alta demanda en algunos círculos ilícitos. La oficina del Fiscal de Estados Unidos señaló que la Ley de Protección de Mamíferos Marinos tiene como objetivo salvaguardar especies como la morsa del Pacífico.
En 2013, por ejemplo, un hombre de Alaska fue encontrado culpable y enviado a prisión por seis meses por violar la ley federal de vida silvestre —entre otras cosas— por estar involucrado en la venta de aves migratorias y comprar, transportar y vender colmillos de morsas y otras partes para su reventa.
Fuente: CNN