CANCÚN, 5 de octubre.- Las playas de Cancún, uno de los destinos turísticos más populares del país, experimentan un aumento considerable de robos durante las temporadas altas, especialmente en los meses de febrero, marzo y el verano.
Sin embargo, a pesar de la recurrencia de estos delitos, no existen estadísticas precisas debido a que la mayoría de los casos no son denunciados ante el Ministerio Público.
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La dinámica de los robos, que suelen involucrar pertenencias de valor como celulares, carteras y cámaras fotográficas, afecta principalmente a los turistas.
Estos, al ser víctimas, suelen levantar reportes únicamente para poder hacer válido el seguro contra robos que muchos incluyen en sus paquetes de viaje.
No obstante, el proceso rara vez llega a las autoridades judiciales, lo que impide que se registre formalmente y se tomen medidas contra los delincuentes.
Algunos casos han terminado con los propios afectados atrapando a los ladrones, logrando recuperar sus pertenencias en el acto.
Sin embargo, en lugar de proceder con una denuncia penal, los turistas prefieren dejar ir al delincuente, satisfechos con la recuperación de sus objetos.
Esta falta de denuncias dificulta la creación de estadísticas oficiales y la implementación de acciones más efectivas por parte de las autoridades locales para prevenir este tipo de delitos.
El aumento de los robos en las playas es una problemática recurrente que afecta tanto la imagen de Cancún como la experiencia de sus visitantes.
En temporada baja como la actual, los casos prácticamente inexistentes y en caso de ser reportado alguno, solo llega a manos de la Policía Turística, pues si no hay denuncia, el detenido solo es puesto a disposición de un Juez Calificador por una falta administrativa y sale al cumplir las horas de arresto o pagar una multa.
Las autoridades y los sectores turísticos se encuentran en constante monitoreo para tratar de reducir estos incidentes, pero mientras los casos no lleguen al Ministerio Público, los esfuerzos serán limitados.
FUENTE: DIARIO 22
