Para generar el hábito de levantarte más temprano es importante saber la importancia del descanso
e momento crucial en el que concederse unos minutos más en la cama puede perjudicar el orden de las actividades del día, es el momento de levantarse.
Pese a su importancia, para algunas personas no es sencillo iniciar el día de la mejor forma. Hay quienes llevan tiempo peleando una batalla que pareciera perdida, es más, están a punto de darse por vencidos. Levantarse a destiempo se ha convertido en parte de sus vidas y se lamentan cada mañana por este mal hábito.
Pero no debería de ser así, no para quienes tienen una vida llena de cosas por hacer: trabajo, estudios, obligaciones que empiezan puntuales.
Despertar más temprano puede ser más fácil, pero hay que saber cómo. Aquí algunos consejos para transitar hacia nuevos hábitos:
Acondicionamiento gradual
Algunos expertos consideran que poner la alarma antes de lo que normalmente se acostumbra no significa que las personas dejarán la cama.
A veces los cambios bruscos en el horario biológico aumentan el problema, es decir, quien se quejaba por levantarse a las ocho, en un intento desesperado por cambiar su dinámica puede poner la alarma a las 6 de la mañana. ¿El resultado? Apaga la alarma de un manotazo y termina por levantarse a las ocho y media.
En este sentido lo recomendable es levantarse más temprano sí, pero de forma gradual, podría intentarse con cuartos de hora si lo que se pretende es adecuarse a una nueva rutina.
Cenar temprano
Podría sonar curioso, pero lo cierto es que entre más tarde se coma, más probabilidades hay de que la digestión se robe la calidad del sueño. Algunos médicos incluso recomiendan cenar por lo menos dos o tres horas antes de ir a dormir.
De hecho ciertos insomnios son de tipo alimenticio. Esto es por la cantidad de alimentos que debe procesar el organismo cuando no se supone que debería. Salir a caminar después de la cenapuede ayudar a las personas que padecen de estos síntomas.
Lugar del despertador
Esto no tendría por qué ser una práctica común, pero si es necesario lenvantarse temprano y no se está acostumbrado a la nueva hora, cambiar de lugar el despertador puede ser una salida.
Lo ideal es colocar el despertador al lado contrario de la habitación, de esta manera habrá que recorrer todo el cuarto para apagar la alarma y en el mejor de los casos tener la fuerza de voluntad necesaria para meterse a la ducha.
Ejercicio
Buena parte de los problemas para despertar son en sí problemas para acostarse. Una persona que ha dormido suficiente tiene menos complicaciones para iniciar su día con normalidad.
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En ese sentido realizar ejercicio es un método natural para balancear el funcionamiento de los neurotransmisores del cerebro y proporcionar el oxígeno que el cuerpo necesita para dormir de mejor forma.
Rediseñar la rutina
Siguiendo el mismo vínculo entre dormir y despertar, puede que una de las causas principales por las que despertar más temprano es un problema, sea justamente ir tarde a la cama. De esta cuenta, hacer una pausa y revaluar el entorno es clave para ver qué actividades están llevándose el tiempo que podría servir para dormir. Tener un orden es fundamental para que despertar sea una tarea fácil, una vez subsanada la falta de sueño.
Imaginación al poder
El resto de recursos para salir de la cama deben quedar basados en la imaginación. Cada quien tiene un método personal que le funciona. Desde motivarse con un compañero de ejercicios mañaneros hasta pedirle a los padres que escondan el despertador, todo es válido.
Fuente: Para ti mujer